Convirtiendo una pelota de voley playa en arte

Pocas veces me he puesto a crear algo sin tener al menos una idea, un pequeño resquicio, sin que la inspiración venga a visitarme, auqnue sea brevemente, pero de esas pocas veces, al final han terminado saliendo grandes cosas.Hoy recibía una lamada. Un proyecto ambicioso y muchas ilusiones depositadas. Para ser sinceros no tenía muchas ganas, una presentación larga que apenas entendía, sin las herramientas necesarias para poder hacer absolutamente nada. Supongo que serán el tiempo y el aprendizaje, los que están haciendo que sea más práctico de lo que era antes, así que he cerrado la prewsentación, me he quedado con la esencia de lo que se desea transmitir y lo he unido a lo que me gusta para motivarme.

Ante la falta de herramientas, una simple imagen de una pelota de mi deporte favorito, el voley playa, el photoshop y el trabajo con pintura y elipses han dado como resultado un boceto de logotipo para el ambicioso proyecto.

Fotografía Olímpica Londres 2012 – Días 1 a 3

Seleccionar las fotografías que acompañarán este breve texto es cuanto menos un ejercicio visual y sentimental de los más complicados, por eso recomiendo pasar a la galería además de poner un carrusel donde van pasando una a una.

Las primeras jornadas olímpicas son de una delicia visual sin precedentes, cada ciudad aporta un escenario, en este caso Londres deja atardeceres de leyenda y eso, unido al excelente trabajo de los diseñadores y arquitectos para esta edición de los Juegos Olímpicos, deja un escenario único sobre el que plasmar cada momento especial. Aunque aún tengo mis serias dudas respecto a ese campo de hockey hierba completamente azul, un color que sin duda le va bien al rosa del vallado, pero donde la pelota no se ve un pijo a no ser que estemos viendo la tele en alta definición. El trabajo de los realizadores, con tantas televisiones de por medio, tampoco es que esté siendo de sobresaliente, pero eso es otra historia.

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De los tres primeros días de competición cabe destacar lo más importante, nuestra participación en estos juegos. Partimos como una de las naciones con más deportistas englobados dentro de deportes en equipo y ayer, exceptuando la derrota de la selección española de fútbol (de hecho de quien menos lo esperábamos, pero es que ni son los mismos ni está la «mano del santo») y una lamentable actuación de alguno de sus componentes que perdió los nervios al final, logramos victoria en todos y cada uno de los partidos restantes, desde la estupenda actuación tanto femenina como masculina en el volley playa, la gran ventaja del equipo de ensueño de waterpolo, la fluidez del equipo de baloncesto, hasta la vuelta al marcador que le dio España en los últimos minutos en balonmano, casi pleno.

No es cómo empieza, sino cómo acaba, eso nos lo han dicho muchas veces, pero esto de los Juegos Olímpicos es una auténtica locura y nunca se sabe qué puede pasar, el único lugar donde los grandes se hunden y donde los más humildes pueden conseguir la victoria y hacer realidad un sueño, aunque esto que acabo de decir no aplique a todos esos deportes que llevan jurado de por medio, que llegan ya de vuelta y media y tienen voto predefinido.

Os invito a ver estas fotografías olímpicas, seleccionadas aunque me ha sido imposible hacer menor la colección, son preciosas, reflejan el esfuerzo, la pasión, la alegría, el dolor, la concentración, la celebración, la calma y la locura. La mejor fotografía deportiva y dónde mejor que en unos Juegos Olímpicos donde la variedad de deportes las hace posibles.

Así fue la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012

Una película en directo, ese fue el regalo que Danny Boyle, responsable de, entre otras, Slumdog Millionaire, nos hizo a los asistentes para una noche mágica. Una vuelta de tuerca a la inauguración de Atlanta 96 añadiéndole este concepto cinematográfico y muy diferente a la del pasado año, sin duda por tratarse Pekín de una ciudad milenaria en la que es más complicado hacer un recorrido rápido, mientras que Londres, al igual que Atlanta, tienen menos recorrido histórico, aunque no menos importante. Debido a esto precisamente, todos tenemos más reciente su historia y todo fue más cercano al espectador, pudiendo reconocer cada escena y cada acto con una sonrisa, con melancolía y a veces mezclando sensaciones.

En su día Slumdog Millionaire me resultó extraordinaria, la forma en la que, sin palabras, con la banda sonora, era capaz de transmitir todas las emociones. Ayer en la ceremonia volví a tener esa sensación, cuando los obreros paraban para recordar a las víctimas de las dos guerras mundiales, todosd en silencio, vista baja o al cielo y mano en el pecho y sonaban esos silbidos y la banda sonora o en esa maravillosa danza de la lucha entre la vida y la muerte, un auténtico film en directo.

El paso del espacio verde a la industria fue espectacular, a raíz de unas palabras de la obra de Shakespeare. Ver cómo todos esos voluntarios convertían un escenario de campo en una nave industrial quitando vallas, derrumbando casas, levantando grandes chimeneas, hasta el final de un primer acto que ponía los pelos de punta, con la fundición del quinto aro olímpico que se elevaba en el cielo para unirse a los otros cuatro y volar hasta la estratosfera marcando al mundo, comunicando al resto de la galaxia que allí había una celebración.

Otro de los puntos fuertes y que más me emocionó fue el hospital de niños, lugar de cuentos donde se dieron cita grandes personajes, buenos y malos, salidos de la mente de autores ingleses. No puedo obviar que cuando vi a Lord Voldemort se me aceleró el corazón, pues soy un terrible fan de Harry Potter (que bien podría haber sustituído a la niñera más famosa del cine, Mary Poppins) y hasta pensé que al quedarse solo en el centro del escenario, íbamos a presenciar esa última batalla entre el bien y el mal con el otro protagonista. El remate ya fue ver a J.K. Rowling, que tanto ha hecho por la literatura ya no sólo en el Reino Unido, sino en el mundo entero, todo un símbolo.

El salto de la reina de Inglaterra del helicóptero, a pesar de que las secuencias no se correspondían en tiempo, uno de esos puntos de humor inglés que al menos despertó sonrisas, al igual que Mr Bean, utilizando su humor para recordar la grandísima historia de «Carros de fuego». Un comentarista español durante la ceremonia, no recuerdo quién, decía que los helicópteros por la noche no vuelan. Entonces por ejemplo ¿algunos ganadores de Gran Hermano cómo llegan al plató, volando con sus alas? No sé a qué se refería exactamente. A partir de aquí sin duda la ceremonia estuvo enfocada al salto generacional, dando mayor importancia a la juventud y las nuevas generaciones, bailes dinámicos, la irrupción de internet en nuestras vidas con la presencia del creador de internet y mucha música. Inentendible el momento en que la serie «Cuéntame» ocupa uno de esos momentos de las mejores series de la historia, no es que esté mal, pero tanto como para estar ahí junto con leyendas de la televisión es más que excesivo, aunque la decisión, por mucho que digan que a Danny le gusta la serie, quizá vendría motivada por la relación entre la BBC y RTVE, una mancha negra sin duda que me dejó un mal sabor de boca por el atrevimiento, sobre todo porque el mítico Doctor Who, todo un icono en Reino Unido y en todo el mundo, tuvo una aparición casi insignificante.

Tras el soporífero desfile, a pesar de que en esta ocasión fue más ameno gracias a los tambores, la música y rapidez y ese misterio que portaban los niños en sus brazos y que desfilaban al lado de cada uno de los abanderados de los más de 200 países, pudimos asistir a los momentos tradicionales, el izado de la bandera olímpica y los juramentos y apertura de los Juegos Olímpicos.

Quedaba el misterio mejor guardado, el encendido del pebetero olímpico. Pero, ¿dónde estaba? Lo cierto es que no sé si jugaron al despiste, pero yo encontré cuatro posibles lugares, primero una extraña estructura de color rojo que se alzaba por fuera del estadio olímpico, posteriormente, tras el último relevo de la antorcha a los 7 jóvenes relevistas, según iban corriendo por la pista y se paraban pensé, ¿será la campana que se da la vuelta? Pero pasaron de largo hasta el siguiente punto, el roble sobre el montículo, ¿sería el propio árbol el pebetero? Pero también pasaron de largo y ya sólo quedaba un lugar.

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De repente, aquellas más de doscientas piezas que los niños portaban al lado de los abanderados, estaban ensartadas en unas varillas que radiaban del centro del estadio, los jóvenes relevistas se acercaron y prendieron fuego a siete de ellas, un fuego que se dispersó por el resto de aquellos más de 200 pequeños pebeteros mientras sonaba una música que será difícil de olvidar. Un lugar donde no había estado nunca, jamás en la historia el pebetero se encendió en el mismo centro del Estadio Olímpico y no había un sólo pebetero, sino decenas de ellos en representación de cada país participante. Celestial el momento en que las varillas se alzan hacia el cielo y se unen en un solo fuego, sin palabras, el mejor encendido de la historia de los juegos, imaginativo, innovador e imposible de predecir (y eso que en las invitaciones y cuadernos de prensa, los periodistas y espectadores lo tenían delante de sus narices desde haca semanas).

No hay palabras, sino sensaciones, para describir esta película que Danny Boyle nos regaló, mezclando el bien y el mal, las prisas de un mundo en movimiento con la calma del corazón, esos momentos únicos que te hacen sonreir mientras un nudo aprieta en alguna parte del cuerpo creando un sentimiento de felicidad y melancolía a la vez. The best ever, muchas gracias por el regalo.

Encendiendo el pebetero desde Mexico 1968 hasta Pekin 2008

Es el momento cumbre, a pesar de que cada Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos es un alarde de imaginación, con miles de personas moviéndose en pasos medidos en tiempo y espacio para dar un espectáculo inolvidable, el momento del encendido del pebetero olímpico se convierte en una amalgama de sentimientos encontrados difíciles de expresar, por un lado la espera de cuatro largos años que por fin va a ser resuelta, por otro la incertidumbre y la sorpresa, poque cada encendido es diferente al anterior, por último la emoción y la ilusión propias de los ojos de un niño se apoderan de nuestros sentidos, cuando vemos entrar la llama en el estadio olímpico y de repente un fuego primigenio logra ser el centro de atención de todas las miradas del mundo.

Ese último portador de la antorcha, que sabe el camino que tiene que recorrer, que sabe perfectamente lo que ha de hacer, ocultando el secreto mejor guardado que logrará emocionarnos cuando, en otro alarde de imaginación, el pebetero se encienda, el público irrumpa en aplausos, ese nudo que nos oprime desaparezca y el cielo se torne de oscuro a color.

Pekin 2008

Atenas 2004

Sidney 2000

Atlanta 1996

Barcelona 1992


Desde 1968

La llama olímpica ilumina todos los rincones de Londres

Muy pronto estará en su pebetero, todo un misterio que se desvelará al final de una Ceremonia de Inauguración de tres horas de duración (mañana especial remember en el blog). La verdad es que hubiera sido bonito creer como con Los Reyes Magos de pequeños, que esa llama que recorre todos los rincones del planeta desde su última sede hasta la actual, procede en realidad de la llamada primigenia que se encendió en Atenas, pero la verdad es que se ha apagado ya muchas veces, así que hay que conformarse con lo que simboliza.

Londres vive ahora su mejor momento en lo que a celebraciones se refiere, el logo, los aros olímpicos, las mascotas, el merchandising, envuenta en una nube que les será dfícil olvidar. Pudo haber sido Madrid 2012 pero no lo fue, auqnue todo queda muy cerca, más de lo que creemos, por fin la gozada de ver un partido de waterpolo sin tener que levantarse de madrugada por la diferencia horaria, por fin una inauguración a una hora en prime time como mandan los cánones.

Previa a esa esperada ceremonia llena de secretos (algunos los conocemos pero no podemos desvelarlos aún, digamos que William Shakespeare y la India se sentirían orgulloson y alguno estará pensando qué diablos tienen que ver uno con lo otro pero se entenderá en unas horas), aquí tenemos las imágenes más llamativas de la llama olímpica iluminando los rincones de la ciudad de la niebla y la literatura.

Londres 2012 – Vivir el sueño

Toda una vida de preparación y esfuerzo, tuya y de esas madres que se despiertan antes que tú para preparate el desayuno y la comida con toda dedicación, porque les nace de dentro y desean lo mejor para ti, porque confían en tus capacidades y siempre te dan el aliento, aliento cuando están cerca y aliento cuando están lejos, siempre presentes para curar los momentos de debilidad.

Muchos años que son como el día que transcurre hasta que llega la noche y cerramos los ojos para vivir unos intensos minutos, incluso segundos, de auténtico sueño, donde nos dejamos llevar, donde vivimos el momento y somos lo que deseamos ser y nos enfrentamos a nuestros miedos.

Esto es un homenaje a las madres que nos han dado la vida y siguen dándola por nosotros.

José Luis Uribarri, la voz de Eurovisión se apagó

Su voz formaba parte ya como de la familia, después de tantos años entrando en casa a través de la televisión, como si en realidad el mundo de ahí dentro, donde nosotros vivimos, fuese el vientre materno y las ondas a través de las que llegaba la voz fuese el mundo real de fuera, nosotros esos pequeños bebés que escuchan voces distorsionadas y que cuando salen a respirar las hacen suyas y familiares y las llevan en la cabeza para siempre.

Así era, cuando como cada año, cada mes de mayo, fiel a su cita, en el calor de los sábados de primavera, esa voz se colaba una vez más y nos traía consigo el espíritu eurovisivo, inconfundible y carismática. Fue una dura tarde y noche en la que incluso se anunció su fallecimiento por error y me dispuse a escribir estas mismas letras que hoy salen a la luz, desde que conocí la hospitalización, he estado rebuscando en vídeos y grabaciones su voz, quizá por miedo a perderla, pero con la esperanza de no tener que escribir en mucho, mucho tiempo, estas lineas. Me quedé un poco contrariado, toda la tarde siguiendo la noticia de su estado de salud y cuando me dispongo a comunicarla, resulta que soy yo el sorprendido cuando me comunican el triste desenlace, aunque en aquel momento todos estuviésemos confundidos, esperanzas por los suelos. Muchos hablarán de su amplia trayectoria profesional, desde los inicios de la televisión en España, pero aquí en casa ha sido ese hombre que abría una mágica noche llena de canciones y sorpresas, de sus simpáticas predicciones de votos entre países que yo siempre maldecía, al que relegaron de la presentación del festival, pero que volvió con ilusiones renovadas.

Ahora su voz se ha apagado de forma repentina, como el final de una canción que ha sonado durante tres intensos minutos. Y ha dejado una buena sensación, tanta como para querer escucharla de nuevo. Y da pena que se acabe. Y rabia el saber que sólo pervivirá ya en la memoria, sin nada nuevo que transmitir.

Cuando me he puesto a rebuscar entre sus grabaciones, no sabía exactamente lo que estaba buscando hasta que lo encontré. Es esta su última apertura de un Festival de Eurovisión, una apertura muy especial que de alguna forma hace un recorrido por la historia de toda una vida, desde que una familia enciende por primera vez un televisor para ver el festival en blanco y negro y sin mando a distancia, haciendo esos preparativos previos a un gran espectáculo, hasta el color y la diversión de la actualidad, con ilusiones que viajan a algún lugar imaginario, ilusiones que todos y cada uno desprendemos, que contagian a los demás y hacen posible ese fenómeno que mueve al mundo.

Hasta siempre José Luis y perdona si de vez en cuando, al volver a escuchar tu voz en alguna parte, se hace un nudo en la garganta, allí donde nace el sonido, porque será difícil no echarte de menos.

Juegos Olímpicos Londres 2012 – Así son las medallas

Este sábado muchas miradas estarán puestas en el famoso medallero olímpico, ese lugar que viene a ser como un podio virtual y al que cada país va añadiendo sus logros. Sobra decir que Rusia, EEUU y aquellos paises que más atletas y deportistas llevan, son los que al final copan los primeros puestos, si bien al final la meta de cada uno es quedar en mejor posición que en juegos anteriores.

Las medallas de bronce, plata y el oro olímpico ya estánvestidas con sus cintas, dispuestas para colgarse del cuello de los dueños que aún desconocen, dispuestas para recibir ese beso (y en ocasiones mordisco demostrando que no son de chocolate), mientras suena el himno de una nación.

Estos juegos, las medallas han sido creadas por  el artista británico David Watkins y son redondas (especifico esto porque en 1900 las medallas fueron cuadradas), mostrando por un lado la imagen de la diosa griega Niké, diosa de la victoria y encarnación del espíritu de los Juegos Olímpicos, y el lema de las trigésimas olimpiadas. En el reverso, el símbolo de Londres 2012 cruzado por el símbolo del río Támesis y  por varias lineas, las mismas que cruzan en toda su longitud la cinta de color morado que sostiene cada medalla de 85mm de diámetro y con un peso de 400 gramos, así que el que gane muchas que se prepare a sufrir ante las cámaras porque después necesitará hacer ejercicios de cuello (¿para colgarse medallas tan pesadas también estarán deportivamente preparados?).

Un reconocimiento a años de esfuerzo y sacrificio, eso es lo que sentirán los deportistas que vean una de estas acercarse a su cuerpo, además de sentimientos personales, ligados a sus vidas y circunstancias. Un premio a la vida en definitiva, eso son las medallas de los Juegos Olímpicos.

Especificaciones sobre las medallas:

– Peso: de 375 a 400 gramos

– Diámetro y altura: 85 mm x 7 mm

– Composición medalla de oro: 92,5% plata, 1,34% oro, resto cobre (mínimo 6 gramos de oro)

– Composición medalla de plata: 92,5% plata, resto cobre

– Composición medalla de bronce: 97% cobre, 2,5% zinc, 0,5% tin

El oro de las medallas está publicitado por Rio Tinto y se ha extraído de las minas de Kennecott Utah Copper y del proyecto Oyu Tolgoi en Mongolia. El zinc para las medallas de bronce procede de una mina de Australia y del reciclaje mientras que el tin restante se ha conseguido de una mina en Cornwall.

Los vaqueros del siglo XXI ya no llevan caballos

Ahorrar tiempo, el mundo se mueve demasiado rápido como para que todo siga igual. El tándem formado por el vaquero a lomos del caballo y ayudado por un perro, parece estar pasando a la historia. En Australia y en otros lugares del mundo, para dirigir un rebaño probablemente se necesitaría contratar a varios hombres y mujeres, sin contar con la cantidad de tiempo que les llevaría, en determinadas zonas, hacerse con las cabezas de ganado y reconducirlas.

El vaquero sigue ahí y su fiel perro también, aunque no imprescindible, pero la figura del caballo, antes en parte símbolo de rapidez, ha sido sustituída por la máquina, unos helicópteros especiales con los que cubrir de una sola vez varias zonas en un tiempo record que jamás conseguirían varios hombres por tierra. Es capaz de estar allí donde se le necesita en un abrir y cerrar de ojos.

Los vaqueros ya no agarran las riendas, agarran los mandos, y sustituyen la compenetración y amistad con un animal por la habilidad con un ser inerte. Después dirán algunos que por qué echamos tanto la vista atrás, si estamos dejando que el mundo y sus seres con prisas nos domen con su tiempo, en lugar de domarlo nosotros sin tener que dejar por el camino lo que nos hace sentir bien.

Yo era un torpe musical

Cuando mi padre llegaba a casa con algo nuevo, era una jornada especial, como si los reyes magos hubieran llegado por adelantado, todos nos reuníamos alrededor para dar el recibimiento a esa extraña cosa recién llegada, algo parecido a como hacen los perros olisqueando la bolsa de comida que acabamos de comprar, impacientes por descubrir.

Un día llegó de las ferias con un radiocasete stereo de doble pletina, lo que entonces se llamaba un «loro» y ahí comenzó nuestra afición por grabar música y hacer programas de radio. Poco tiempo después, viendo que nuestra pasión por la música aumentaba, el salón se vistió de gala y llegó la cadena de música que aún hoy ocupa un lugar en un rincón.

Ellas eran las dueñas, en pleno boom de la música italiana con Eros Ramazzotti o Glenn Medeiros y poco más tarde con Laura Pausini y su «Marco se fue», no lograba entender esos gustos musicales, si bien a base de repetirlas, terminaba aprendiéndome las letras como si fuesen la tabla de multiplicar. Seguí los pasos de mis hermanas y en el colegio, como clases extras, me apunté a música, para aprender a cantar, algo que me llevó sobre diversos escenarios, sobre todo en épocas estivales y navideñas, y elegí como instrumento la flauta, más que nada porque la guitarra me parecía demasiado difícil de aprender.

Pero para mí la música no dejaba de ser algo que estaba ahí pero que no terminaba de entender del todo, era un cantar por cantar, aprender por aprender, no terminaba de despertar aquello que me hiciese comprenderlo, al fin y al cabo yo era un torpe musical. No fue hasta la época del «Una rosa es una rosa» de Mecano que algo comenzó a despertarse, en especial con una canción que canté innumerables veces e intentaba entonar por primera vez sintiendo algo extraño, «Naturaleza Muerta». Por primera vez una serie de canciones me llamaban la atención sobre las demás y esta vez ¡no las disfrutaba como consecuencia de que a mis hermanas les gustase! Siempre siguiendo la corriente musical y de pronto algo comenzaba a cambiar.

Todo cambió de forma definitiva  unos seis años después, cuando un sábado al mediodía puse a tope y por casualidad la cadena de música en los últimos minutos del programa de la lista de los 40 principales. Las presentaban como dos chicas que estudiaron juntas y cuyas voces empastaban a la perfección. Y empezó a sonar esto…

En poco más de tres minutos mis sentidos se abrieron y todo lo que había estado aprendiendo años atrás, todo, absolutamente todo cobró sentido y lo comprendí, sentí esa palpitación que sólo te hace sentir la música. Ella Baila Sola y ahora EBS siguen ahí, en un lugar especial como las primeras, siempre serán las primeras. Llegaron después The Corrs, La Oreja de Van Gogh y muchos, muchos otros. Una vez abiertos los sentidos ya nada podía frenar la pasión musical. Ahora era capaz de saborear cada nota, de percibir cada giro y cada instrumento, la melodía y el mensaje. Ya no era ese torpe musical que se limitaba a automatizar lo aprendido, ahora corazón y música se movían al mismo ritmo.

Un refresco en el desierto

Una tacita de chocolate caliente, poner las manos alrededor como si fuera una pequeña estufa y dar pequeños sorbos. Reconfortante, ¿verdad? Pero pensar ahora esto en pleno verano, en los días, hasta ahora, más calurosos del verano, es cuanto menos agobiante.

En la época en que mover un sólo músculo del cuerpo se convierte en una agonía, en las noches en que no paramos de dar vueltas en la cama aún medio desnudos y con la ventana de par en par, en los días en que una caminata bajo el sol nos obliga a beber varios vasos de agua seguidos y hacer deporte nos deja exhaustos, con el sudor resbalando por debajo de aquellas que deberían frenarlo, las cejas (que para eso están ahí), y ni siquiera ellas pueden frenar tal cansancio. Entonces un vaso al que echamos unos cuantos hielos y que cubrimos de refresco, de cola mismamente, escuchando el crujido de los hielos resquebrajarse al contacto, con las chispas surgiendo de la superficie.

Acercas la boca y pruebas un sorbo y entras en el séptimo cielo, ese sabor frío sacude todos tus sentidos y ya sólo deseas beber de aquella fuente de placer.

La parada de autobús que perdió su encanto

La parada de verano dejó de existir, pero los autobuses seguían yendo y viniendo de aquí a Los Alcores, otras rutas, otras historias, pero nunca tan divertidas como las primeras. El verde se transformó en gris asfalto y los arbustos los cambiamos por coches y aceras, un lugar donde hacer una acampada improvisada no tiene mucho sentido y lo peor de todo, cambiamos la parada de verano por una parada de autobús, literalmente.

Perdió su encanto, sólo hay que verlo y peor es sentirlo. Un ejemplo claro de que algunas cosas es mejor no tocarlas, porque pierden su esencia. El problema viene cuando quien hace el cambio, no ha participado de las risas ni de los viajes, decisiones que no dependen de los que realmente viven y sienten las cosas

El infeliz siempre tiende a ser la causa de la infelicidad de los demás.

Cometería más locuras

Parafraseando a un famoso autor literario, si pudiera vivir de nuevo mi vida, en concreto mi niñez, no cuidaría tanto las cosas, me metería en el barro sin importarme la suciedad, en los charcos sin pensar en las zapatillas, no sería tan tímido como lo fui, hubiera cometido más locuras en lugar de contenerme tanto y le concedería al corazón un lugar más amplio que el que le dí en su momento, en favor de la razón.

 

Fanta «¡A tomar Fanta y diviértete!»

Hace unos meses el «disco chino filipino» de los años 80 revolvió de nuevo los cimientos de la publicidad. ¿He puesto ya en el blog el anuncio? No, sólo en mi facebook varias veces, se está haciendo de rogar aquí, por algo será. Cualquier cosa que tenga éxito, irremediablemente será copiada y explotada, pensarás. Pero en el mundo de la publicidad hay demasiados artistas y gente creativa como para que ocurra algo tan obvio como lo que ocurre día a día en la televisión, el mundo de la publicidad es distinto, todo es diferente.

versión original extendida

Y para qué menciono el «disco chino filipino» si del anuncio del que voy a hablar no copia de él, ni bebe de él, te preguntarás… pues porque si bien la idea es un concepto totalmente distinto, la sensación que deja es la misma, consigue mantenerte pegado al televisor de principio a fin, lo recuerdas incluso horas y días después de haberlo visto y se queda una especie de sentimiento de haber visto la cosa más rara del mundo, de esto que tu mente, aunque no lo diga en alto, piensa: «por favor, qué coño es esto». Pero mola, ese es el concepto.

versión estándar

Fanta se reinventa y elige para su nueva campaña un anuncio donde unos simpáticos niños cantores dan la nota y se meten en las penosas vidas cotidianas de la gente de a pie, la gente normal, de los que sufrimos cosas penosas algunas veces. Todo esto en un contexto con una canción cuya letra es la anti-rima perfecta, no cuadra nada, lo que le hace más atractiva porque te engancha, además de que su lema «¡ A tomar fanta!» y la forma en la que se expresa y el contexto de las situaciones parece sustituir al famoso «a tomar por culo» en el sentido bueno, ese de: «dejo los problemas y disfruto porque me lo merezco».

Y para colofón ese simpático final que no dura más de dos segundos pero que hay que verlo, porque ya termina de hacer del anuncio una pequeña obra maestra de la confusión. A mí al menos logró sacarme unas risas y eso ya consigue diferenciarlo del resto. ¿No se trata en definitiva de captar la atención del espectador?

Y allí estaba la National Geographic Store de Gran Vía en Madrid

Viajé a Madrid con mi compañero, para una entrevista enfocada a conseguir otra categoría en el mismo trabajo, Jefe de Proyecto Junior. Algo más de dos horas de entrevista que se hicieron amenas y de las que los resultados fueron más que satisfactorios, pero eso ya es otra historia.

Eran cerca de las dos de la tarde, hora de comer y el siguiente autobús no saldría hasta poco más de dos horas después, así que nos dimos una vuelta por Callao y Princesa y salimos a Gran vía para comer en un Burger King. Hacía mucho que no paseaba por las calles más concurridas de la capital, desde hacía tiempo mis viajes a la ciudad se habían limitado a ir a Boadilla del Monte. Después de comer, la casualidad, buscando la famosa tienda de donuts Donut King, hizo que bajásemos casi toda Gran Vía y que la tienda nos pasase desapercibida, así que tras haber recorrido un largo camino, preguntamos y nos mandaron de nuevo para arriba.

Una calle, otro cruce de calle, de repente miro hacia arriba en una esquina y allí se alza, majestuoso, el símbolo de la sociedad de investigación para la naturaleza más fasmosa del mundo, allí estaba ante mis ojos la National Gegraphic Store.

Sabía de ella desde su inauguración y siempre había querido ir, aunque con el tiempo, se me había olvidado por completo su existencia. «Dios, la National Geographic Store, aquí tengo que entrar» le dije a mi compañero. Un amable hombre de seguridad permanecía de pie cuando entramos por la puerta, un recibidor inspirado en el símbolo circular de NGS, unas escaleras que conducirían seguramente a una segunda planta de exposiciones para las jornadas diarias y unas escaleras que conducían a un lugar mucho más acogedor.

Iluminación ténue, colores marrones, ropa, revistas, libros, peluches, fotografías… aquello era como estar en el paraíso, volví a convertirme en un niño con zapatos nuevos, me olvidé del tiempo y sentí como si hubiera saltado en el espacio y me encontrase en un lugar distante.

El tiempo que tuve fue breve, pero intenso, el suficiente para admirar por encima todo aquello, sin poder llevarme más que una camiseta con el dinero que tenía, un recuerdo muy especial. Tras salir de allí con pena y conseguir los donuts, iniciamos la gymkana por las calles y el metro hacia la estación de autobuses, a la que llegamos por los pelos. Al llegar a la ciudad, allí me encontraba, de camino a casa, con la bolsa amarilla de un lugar al que volveré sin duda.

Time stop

Pararía el tiempo y dejaría correr tan sólo aquel en el que viví momentos felices de los que no fui consciente y aquellos de los que lo fui y lloré de felicidad porque se me escapaban de las manos, mientras se unen a otros momentos de los que no lo seré hasta que dentro de unos meses, quizá años, eche la vista atrás.

Algunos de esos momentos vagan libres por la calle de los recuerdos y otros están ligados irremediablemente a un lugar del que nunca nadie podrá arrebatármelos.

Así son Wenlock y Mandeville, las mascotas de los Juegos Olímpicos de Londres 2012

Recuerdo con especial cariño aquellos años previos a Barcelona 92 y nuestro famoso Cobi. El año 1992 parecía entonces lejano, inalcanzable, cada verano reencontrándonos con Verónica Mengod y Miguel de la Cuadra Salcedo en los programas previos donde un grupo de chavales viajaban por el mundo conociendo otras culturas y realizando juegos. Llegaba el final del verano y al siguiente volvía a girar la rueda, un 92 que era la meta y que cuando finalmente llegó se convirtió en algo realmente especial y esperado.Dos décadas han pasado ya desde entonces.

Y ahora, una vez más, parece mentira, han pasado otros cuatro años, casi mil quinientos días desde Pekín 2008, cuando en agosto de aquel año descubrimos a las mascotas de los JJOO de la ciudad oriental. Dejamos paso ahora a Londres 2012 que nos presenta las mascotas más aerodinámicas y tecnológicas de cualquier sede de los Juegos Olímpicos. Os presento con mucho gusto a Wenlock y Mandeville.

Ambas se complementan, mientras que Wenlock es la mascota oficial de los JJOO, Mandeville es la oficial de los Juegos Paralímpicos. Deben su diseño a Michael Morpurgo, trabajador de Iris Design, el cual asegura que los diseños nacieron y fueron inspirados en las últimas gotas de acero sobrante de la fundición de la última viga colocada en el Estadio Olímpico de Bolton.

Wenlock lleva un nombre que está inspirado en la ciudad real de Much Wenlock, ciudad que inspiró al Barón Pierre de Coubertin para idear los JJOO de la era moderna en 1858. Wenlock lleva en la muñeca cinco aros de la amistad de colores, los aros de los Juegos Olímpicos, en su cabeza tiene tres puntos, simbolizando los tres lugares del podio, el bronce, la plata y el ansiado oro olímpico y su pelo lo veremos todo el tiempo que duren estos juegos, ya que refleja la forma del techo del Estadio Olímpico.

Mandeville también lleva un nombre inspirado en una ciudad, Stoke Mandeville, ciudad donde nacieron los Juegos Paralímpicos. En la muñeca, en lugar de aros olímpicos, lleva un cronómetro que marca 0:20:12, el año de los juegos y su cabeza se asemeja a la forma del logo de los Juegos Paralímpicos.

Quizá desde hace algunos años no se dé la importancia que merecen a estas mascotas, recordemos que en el año 92 Cobi se hizo mundialmente famoso, tuvimos serie de dibujos animados, camisetas, pines y todo tipo de merchandising con el diseño del personaje e incluso llegó a emocionarnos cuando, en la ceremonia de clausura, se hizo a la mar en un pequeño barco y subió a los cielos, despidiéndose para siempre de nosotros. Para Londres Wenlock y Mandeville no han pasado desapercibidos y tienen su propia serie de algunos capítulos animados además de causar sensación. Puede que las mascotas sean más queridas cuanto más cerca las tenemos, algo así como las mascotas reales. No es lo mismo ver al perro del vecino que tenerlo en casa.

Así nacieron Wenlock y Mandeville, aventuras animadas

Los JJOO Londres 2012 ya se acercan y este año tenemos la enorme suerte de que no tendremos que madrugar para ver, por ejempl,o un partido de Waterpolo, ya que el horario nos beneficia. Deseando ver ya esa ceremonia inaugural, a estas dos mascotas y la forma en que el pebetero se iluminará. ¿Logrará superar la del año pasado con esa espectacular llama sobre pergamino que me ùso los pelos de punta? Muy pronto repasaremos algunos de los grandes momentos del encendido del pebetero olímpico.

National Geographic HD y NG Wild HD llegan a TiVo

Soy un apasionado de la naturaleza desde que tengo conocimiento. Debe venir de genética, cuando mi madre y mi padre, antes incluso de nacer yo, ya coleccionaban los fascículos semanales de la obra magna de Félix Rodriguez de la Fuente: «La Enciclopedia de la Fauna». Antes incluso de aprender a leer, ya me sumergía entre las páginas de sus volúmenes, intentando aprender algo más sobre los animales salvajes que no estaban al alcance de cualquiera. Todavía queda por ahí alguno de los últimos volúmenes incompletos sin encuadernar, con un ridículo (ahora) precio en pesetas.

Seguidores de su obra y de la serie televisiva que nunca nos perdíamos, «El hombre y la Tierra», la pérdida del naturalista significó un duro golpe para todos, pero la semilla y el espíritu ya estaban ahí, o más bien siempre habían estado potencialmente ahí.

Tras un gran espacio de tiempo, en octubre de 1997 volví a recuperar la ilusión por el mundo de la naturaleza gracias a la llegada de la edición en español de la revista mensual National Geographic Magazine, de la que a fecha de hoy no me falta ni un solo número después de haber pasado más de 15 años, sin duda una tarea más ardua que la que significó para mis padres la obra de Rodriguez de la Fuente y, de cierta forma, una deuda con el pasado, donde esos últimos números les fueron arrebatados e imposibles de localizar por ciertas circunstancias de la vida.

Años más tarde, cuando estaba en la Universidad, comenzó en España la emisión de National Geographic Channel como complemento a la revista, sólo en una plataforma digital en exclusiva y algo de lo que sólo podía disfrutar en la Residencia Universitaria, así que, cuando nadie estaba viendo la tele o aprovechando un rato antes de ir a dormir, pedía a Julio o Dolores que me cambiasen el canal para poder ver un documental. Me gustaba poder pasar un rato viendo algo diferente y deseaba algún día poder tenerlo. Harían falta varios años para que finalmente llegase Ono a la ciudad y con la operadora, entre todos los canales, NG Channel, al que pude suscribirme por fin y poder disfrutarlo cuando quisiera, ya sin tener que pensar en los demás ni aprovechar momentos en que nadie veía la televisión.

Hoy 10 de julio, después de un par de meses con el servicio TiVo de Ono, por fin llegan nuevos canales en HD y entre ellos dos que ya se encuentran entre mis favoritos, National Geographic HD y NG Wild HD, lo que significa un paso más allá. Quién me hubiera dicho esto, cuando me sumergía apenas sin saber leer entre los tomos de Félix. El primero de ellos es el canal normal pero en alta definición y el segundo, aunque de momento no hay información sobre la programación, ha conseguido engancharme y me he quedado viendo un documental sobre un tio de Australia que le daría mil vueltas en educación y trato animal al Frank de la Jungla, basado en el trabajo del día a día en el centro salvaje Australiano, desde el manejo de helicópteros para conducir al ganado y conducir al corral a los caballos salvajes sustituyendo el viejo oficio de vaquero, hasta la doma de otras criaturas salvajes que pueblan el interior del continente, toda una gozada.

No puedo evitar quedarme embelesado frente a la pantalla y sorprenderme con información que desconocía. El complemento visual de algo que antes sólo estaba disponible en lectura, le da una mayor profundidad y realismo. La naturaleza en estado puro. Por cierto, la generación que me siga, tendrá buenos volúmenes entre los que sumergirse.

¿Plagio, inspiración o coincidencia? Katy Perry ‘Firework’ VS Loreen ‘Euphoria’

No soy amigo de los plagios, en cuanto que veo que algo se parece demasiado, mis sentidos obedecen como un resorte, salto como una liebre y no paro de dar vueltas a la cabeza hasta que consigo llegar al origen, «¿esto dónde lo escuché antes?», «me suena de algo», «¿dónde vi esto, no fue en aquella serie?»… pero tan tonto que no caí en lo de la cabeza de George Arbusto pinchá en un palo en Juego de Tronos, por eso, y aunque todo en el mundo artístico invita a poner denuncias, a exigir por ejemplo que alguien en un blog ajeno sin ánimo de lucro ponga POR FAVOR tu nombre en los créditos, mucha tontería, coño si no vas a ser ni tiras para artista ¿para que exiges y amenazas que otro ponga tu nombre en la foto si a la pobre chavala o chaval les ha gustado y no tienen otra intención? Y encima con amenazas de denuncias, con lo bonito que queda un simple «por favor, serías tan amable», porque al fin y al cabo tu pieza ha gustado a otra persona… en fin que me voy del tema, prefiero cambiar la palabra plagio muchas veces por, llamémoslo así de momento, «idea prestada». Plagio es algo más fuerte, es una copia textual.

Aunque hay mucho listo suelto que copia y pega con tal de sacar cuartos, hay otros muchos para los cuales una obra es fuente de inspiración, ideas de las que han nacido grandes obras. Qué sería de nosotros por ejemplo sin LOST, esa serie que cogió los viajes en el tiempo, la mitología y algún otro elemento y les dio una vuelta de tuerca para convertirlo en una mezcla única. Incluso algunos de mis relatos están inspirados en el tono, en la forma de contar las cosas que más se asemeja a mí, en las letras de Susanna Tamaro. Otras veces de repente escuchando alguna melodía o mirando una imagen, algo hace click en tu cabeza y ya no puedes parar. Es lo que se llama INSPIRACIÓN.

Y por último está el caso de las coincidencias, ¿o acaso a las nubes las vamos a tachar también de plagio por parecerse a una ballena o a un corazón? Hace algunos años, ya que hablo de una de mis autoras favoritas, Susanna Tamaro fue acusada de plagio, sí, esa palabra que la gente se toma tan a la ligera, por el simple hecho de coincidir el entorno sentimental de una historia con otra. Oiga usted, pues entonces todos los libros están plagiados, un chico se enamora de una chica en la playa… PLAGIO, y a quemar a la hoguera al autor o autora. Lo dicho, un mundo este, el del arte, donde muchos andan con uñas y dientes, intentando arañar dinero de donde pueden en lugar de confiar en que su obra ha sido fuente de inspiración para otros, o simple coincidencia. Pero tampoco se puede juzgar a nadie por este comportamiento, cada cual actúa como cree necesario, en definitiva una obra es algo propio y como tal duele al ver que otro la toma prestada o al menos eso creemos.

Hoy la casualidad ha querido que una foto que puse de fuegos artificiales en el último post me la reclamase su autor (que noooo), la viese Yos, me entrase la paranoia y me dijese que Katy Perry había hecho un vídeo sobre ello. La canción, que aquí os dejo, no la había escuchado nunca, todo bien hasta el estribillo, cuando comienza a salirle fuego de los pechos (malpensados, podría ser del corazón o del alma).

Me pregunto «¿Esto dónde lo he escuchado yo?». A los pocos segundos ya tenía la respuesta, que estaba no muy lejos en la línea del tiempo, Loreen la mística sobre el escenario. Ahora cada cual que lo tilde de plagio, inspiración o coincidencia.

Fuego en el cielo

La magia que aparece de la nada en la oscuridad del cielo, tocando una sinfonía que llega a algún lugar del corazón.

Orugas encerradas en sus crisálidas que de repente se convierten en mariposas de coloridas alas.

Un sentimiento contenido, encerrado durante demasiado tiempo, que se desboca a través de una pequeña rendija para explotar y reivindicar su posición en el mundo.

Bocas abiertas, mentes absortas mirando al cielo sin necesidad de pensar en nada, dejándose llevar. Ojos llenos de vida, que destellan al compás de las luces y se entrecierran segundos después, en un breve parpadeo.

Making of: La parada de verano

Una niña que estaba paseando a su perro, se acercó a mí y me preguntó: «¿Eres un forógrafo de esos?». Después de gracia que me hizo el cómo sonaba esa palabra inventada de «forógrafo» y entendiendo que no estaba acostumbrada a ver a alguien con una cámara de fotos semiprofesional, le respondí: «Hombre, fotógrafo fotógrafo como que no, sólo estoy practicando un poco». Soltando un profundo «ahhhh», la niña dio media vuelta y siguió el camino marcado con su mascota.

Pude haber escogido entre multitud de lugares en la ciudad (que mostraré más adelante con tiempo), el estilo modernista del edificio antes de La Calle San Francisco, el nuevo Puente de cuerdas, el antigüo puente viejo o el de hierro, el cauce del Río Tajo… pero me decidí, en esta primera incursión con la cámara a la ciudad, por un rincón personal que a cualquier transeúnte no le llamaría la más mínima atención, situado frente al campo de fútbol, un lugar tan normal como cualquier otro a simple vista, pero en el que viví experiencias personales irrepetibles, algunas de las que doy buena cuenta en la entrada La parada de verano.

@ fotografías por cedequack

Cámara en mano, poco más de las 15:00 de la tarde, para visualizar, preparar y comenzar a tirar fotografías con diferentes planos, para valorar los detalles, una hora muy cercana a esa en que con mucho calor esperábamos ansiosos la llegada del autobús que nos llevaría a la piscina de Los Alcores, la hora ideal, el momento adecuado para representar fielmente, para recrear el tiempo exacto de entonces.

Incluyo en este making of todas las fotografías. Además de fotografiar el momento, quise enfatizar el color verde del cesped y las hojas, de alguna forma fue lo más importante, por aquel sábado que pasamos allí en una piscina imaginaria. No podía dejar de lado tampoco esos amplios y frondosos ramajes, que nos daban sombra aliviando el calor del agobiante sol de las tardes de agosto, ni los arbustos cercanos, a esos a los que me acercaba para matar el tiempo de espera y de los que arrancaba alguna hoja que rompía entre mis manos como si fuese una hoja de papel.

La calle estaba medio desierta, a excepción de la niña «forógrafa» y de algún otro paseante dueño de perro. Contento con las fotografías y sin nada más que llevarme de aquel lugar, di media vuelta, no sin antes encontrarme con mi compañero de trabajo que le tocaba ese sábado por la tarde. Por cierto, la parada de verano, fue lo que fue en su tiempo, ahora ya no hay ningún autobús que pare en sus márgenes, al menos no alguno que lleve a la piscina de Los Alcores.

Las burbujas son sólo para los soñadores

Alguna vez has imaginado lo que sería estar dentro de una burbuja, respirar un aire de delicioso perfume, como si fuese arrastrado de fuera a adentro y, al pasar el filtro de la fina capa, se imbuyese de un olor omo de espigas de trigo tras la lluvia. Poder andar sobre los mares y océanos y disfrutar de una puesta de sol en medio de la nada o subir a los cielos y volar y mirar todo desde una nueva perspectiva, con el mundo a los pies.

Las burbujas son sólo para los sueños, son una herramienta para los soñadores, para los que, incluso despiertos, buscan ese instrumento para escapar lejos y mirar todo desde un nuevo rincón que les aporte los minutos de calma que necesitan antes de pisar de nuevo la tierra. Porque en realidad no queremos vivir en una burbuja eternamente, por eso son débiles y al menor contacto se rompen y te hacen caer con un duro golpe y probar el salado sabor del mar, porque son efímeras. Pero ese tiempo, ese efímero tiempo de evasión, sirve para amortiguar la caída. Una pequeña incursión en un mundo desconocido que ayuda a sobrellevar el mundo conocido mucho mejor.

De La Solana al Rio Tajo, de recortes sanitarios disfrazados de mejoras para el paciente

Complicando más lo complicable, todo puede ir a peor. Si con el gobierno anterior todo estaba ya patas arriba, las medidas del presente, más que ser un bálsamo parecen ser una balsa de agua que nos echan encima día sí y día también. No dejan títere con cabeza, matrículas para la Universidad a precios escandalosos, para que el país avance, como debe ser, para que los ricos sigan siendo los más listos por tener más dinero y no por sabiduría, como en la antiguedad, recortes en la televisión pública aprovechando el verano y el tiempo de ocio para reponer Ana y Los Siete y ese programa matutino para mayores con consejos repetidos, por no hablar de la medida absurda de impedir que se pueda publicitar nada en un programa de televisión si dicha publicidad no está concertada previamente. Cada uno anuncia lo que le sale del bolo.

Prohibiciones y más prohibiciones, recortes absurdos. Ayer lucían bonitos carteles de papel en el hospital donde indicaban que el agua para los enfermos lo tendrían que proporcionar los familiares. Vivan los recortes, al enfermo ya ni agua, por si no fuese ya difícil estar enfermo y los familiares nerviosos como para que te priven de un bien de primera necesidad en un hospital, el agua.

Hace dos días llegó lo que ya intuíamos, una carta de traslado. Ese centro de salud en el que pasé horas y horas tras mis vacunas de la alergia, que vio mis fiebres, gripes y enfermedades comunes, desaparecerá y quedará en la nada, puede que quizá el día de mañana sea una prolongación de un centro social o a lo mejor una tienda… a tiro de piedra en diez minutos, ahora todo se mueve a otro lugar, de La Solana a Rio Tajo, veinte minutos de diferencia, para que si estás enfermo, cuando llegues lo estés más, y además ya puedes llevar el agua en un refrigerador portátil… de vergüenza ajena. Pero no hablan de recortes y de lo que se van a ahorrar, que eso nunca dicen dónde irá a parar porque nos siguen quitando lo mismo o más para la sanidad, sino que encima tienen el valor de venderlo de una mejora en la gestión y para el paciente, ya que dispondremos de Fisioterapia y Odontología. Como si a dos pasos de allí no estuviese el centro de rehabilitación para esos menesteres. No tienen vergüenza.

Desde aquí a todos los que han apoyado esa medida les digo: «Vayanse a la mierda». Este país se merece que ahora, más que nunca, desdigamos las normas como forma de protesta, ya que ni manifestaciones ni hojas de firmitas con las que se limpian el culo, llegan a ninguna parte. La gente se está volviendo loca, inhumana, y casi no me cabe duda de que una parte importante de la crisis en la que estamos envueltos sea por culp de todos estos descerebrados que toman decisiones por nosotros, que mueven el dinero de un lado a otro. Si lo paran, ya sea por miedo (que al menos esto es razonable) o por salvar el culo cuando tienes cuarenta chalets de veraneo, la rueda se para, y estamos en un círculo ya peligroso como para hacerlo aún más complicado.

Dos años después de la tormenta

Era un sábado de madrugada, casi las 6 de la mañana. Medio dormido, me arreglé como siempre. Ese fin de semana tocaba trabajar. Con mucho sueño pero bien fresquito, salí a la calle camino del trabajo, un buen paseo de media hora. Las nubes surcaban el cielo amenzantes y no fue hasta llegar al descampado que empezaron a rugir, mientras los relámpagos hacían de las suyas. Aquella batalla en el cielo, aunque en ese momento no lo sabía, era un fiel reflejo de otra batalla que se luchaba en casa de mi hermana a esas horas. Embarazada y a punto de dar a luz, aquella noche enfurecida fue la que Sofía eligió para nacer.

Y en el momento en que nació, salió el sol. En el trabajo tenía todas las persianas subidas para que entrase algo de luz y justo sobre las once y media el cielo se despejó y aparecieron los primeros rayos de sol del día. La batalla en el cielo había acabado y la calma y la paz volvieron a ser el reflejo de lo que sucedía en otra parte distante.

Ahora, Sofía es todo lo que su nombre significa, sabiduría. Es un fiel reflejo de su madre cuando era pequeña, con sus mofletes y su pelo rizado. Hoy celebra su cumpleaños entre libros, muñecas y globos.

Una copa tallada para los tricampeones de Europa y del Mundo

Ha sido un mes intenso, olvidando problemas durante al menos 90 minutos en fechas señaladas para centrarse en un equipo, en una selección, en una ilusión como no hay otra, porque pocas cosas existen equiparables en que tus manos, tus pies y tu corazón viajen durante tanto tiempo a un lugar que nunca has pisado y en que los pies, las manos y la mente de otros sean como los tuyos propios. Una Eurocopa 2012 llena de buenos momentos y de records difíciles de asimilar, comenzando por uno que hace historia, el triplete, el único equipo del mundo que ha sido capaz de ganar tres títulos oficiales consecutivos.

Revive los momentos

Cuando estábamos en aquella época en que no pasábamos de cuartos, reconozco que me metía bastante con la selección y con el mundo en sí. ¿Cómo era posible que en un país en que el deporte rey era el fútbol (aunque se denomine deporte rey a la vela (sin elefantes)) no fuésemos capaces de llegar más ejos? Un país en el que en cada calle, en cada esquina, cada montoncito de piedras, se convertían en una portería improvisada, en el que una simple bola de papel termina en los pies para mandarla bien lejos intentando meterla en la papelera.

Oceana – Endless Summer

Todas esas dudas ni qué decir tiene que ya han sido disipadas desde el año 2008 y mucho más desde el 2010, ahora ya nome cabe duda alguna. Un record increíble que ahora nos pone en cabeza, como el país más temido en el mundo del fútbol, quién lo iba a decir. No obstante este mes hemos pasado y pisado un record tras otro, no sólo pulverizando records de audiencia, tres consecutivos, metiendo minuto de oro, tanda de penaltis y partido de la final como las tres emisiones más vistas de la historia de nuestra televisión, sino ganando por primera vez a Francia en un partido oficial (no cuentan partidos ganados en tanda de penaltis) o a Italia después de casi 100 años, además de arrasar en una final con 4 goles a 0.

Pocas horas antes de comenzar el histórico partido, la prensa italiana se burlaba (siempre tiene que haber bocazas) de España, diciendo que el tiki taka, refiriéndose al toque de balón de la selección, era el castañeteo de dientes de los españoles al ver a Italia. Ayer los que temblaban eran ellos, o más bien desesperaban porque no conseguían nada, unido a una mala gestión de un entrenador con pocas luces, que encima se escuda en el cansancio físico de su equipo al tener un día menos para recuperarse. ¿Se le olvida que nuestra selección tuvo casi 3 días menos para recuperarse en la semifinal y aún así la ganamos?

El partido final fue sin duda menos emocionante que la semifinal contra Portugal. Al fin y al cabo, mientras que la final quedó sentenciada y pudimos saborear el éxito, aunque sin creérnoslo todavía, en la tanda de penaltis, el sufrimiento hizo que se viviese todo de forma más intensa. No estamos acostumbrados a ir ganando en una final por tanta diferencia, era extraño. Entre tanta celebración, me gustó la imagen de ese hombre que con pulso rápido y firme tallaba el nombre de España en una copa que después sería el centro de atención de cientos de objetivos del mundo, una imagen para la historia.

Hay algo que no lograré entender muy bien nunca, aunque supongo que es por tradición, la gente que sale a celebrar la victoria se agolpa alrededor de las fuentes de las ciudades, a pesar de que no irá ningún equipo a celebrarlo, mientras los coches pasan pitando alrededor.

Como ayer afirmaba el comentarista, los niños que tengan conciencia desde hace 4 años, se pensarán que España siempre lo ha ganado todo. Muchos de ellos no saben de nuestras caras de enfado y lamento por cada derrota o quién fue ese carismático personaje llamado Naranjito del 82. Quizá sea mejor que no lo sepan y les dejemos también disfrutar de esta fiesta todo el tiempo que dure. Mientras esté aquí lo bueno, para qué pnsar en nada más. Si Naranjito reviviese, se convertiría en la primera naranja roja.

Cierra los ojos

Es apabullante la ingente cantidad de información que nos proporciona el sentido de la vista, al que le hemos concedido casi toda la importancia. Nos enamoramos por la vista, nos gusta algo si lo vemos, probamos un alimento si a la vista nos es delicioso, ella nos ayuda a interpretar si lo que nos dicen los demás va en uno u otro sentido. No se nos escapa nada a través de ella.

Cuando un sentido está tan intensificado, los otros por inercia pierden importancia, en la misma medida que el otro la gana. Nuestro oído ha aprendido a discernir, a rechazar, casi sin darnos cuenta. Se ha vuelto algo más vago, ya no todo le importa, se ha vuelto selectivo. Cuando hablamos con una persona, le da igual el sonido del viento, el ruido de los coches que pasan, ese niño que pasa llorando, o el murmullo de otras conversaciones. Todos esos sonidos llegan a su destino, pero para poder atender a lo verdaderamente importante, necesita concentrarse en un solo objetivo.

Nos volveríamos locos si el oído no se comportase así, como los personajes de algunas series de ficcion, que poseen el don de escuchar los pensamientos de los demás. Incluso en esas series terminan otorgando al personaje otra habilidad, la de seleccionar lo que quieren oir.

A pesar de eso, a veces conviene cerrar los ojos unos segundos, conceder un descanso a la vista y disponerse a escuchar los sonidos que se están produciendo a nuestro alrededor. Lo más seguro es que escuchemos cosas que siempre han estado ahí alrededor acompañándonos, pero de las que rara vez nos damos cuenta.

Son las 12:12 de una mañana de domingo. Cierro los ojos y escucho: el ruido de los coches que pasan y el detalle de los neumáticos contra el asfalto, un claxon, alguien que baja un cierre, la puerta de un coche que se cierra, algunos pájaros cantando, la puerta de un portal que se cierra de golpe, una moto que frena, un leve tintineo de algo contra un objeto, unas campanas de la iglesia más cercana, un ligero golpeteo inidentificable, el golpe de una caja, puede que de cartón, el ruido del toldo moviéndose a causa del viento, mi respiración pausada y tranquila.

Cuando abro de nuevo los ojos, todo parece estar más en calma que antes.