21 años

Hoy me he levantado tarde, remoloneando en la cama antes de poner los pies en el suelo. He desayunado tranquilamente y al cruzar la cocina he sentido una sensación de vacío que ya sé que nunca nadie podrá llenar nunca. Fui ingenuo cuando le tuve por fin conmigo, pensaba entonces que estaríamos juntos al menos un cuarto de siglo, pero nuestra ilusión se quedó en poco más de la mitad de tiempo. Hubiera cumplido hoy 21 años.

yoko salon1

No nos conocimos al uso, no recuerdo qué estaba haciendo yo tal día como hoy cuando él nació, sólo sé que gracias a que dos días más tarde me levanté antes de lo normal y desayuné tranquilamente viendo la televisión antes de ir al instituto, nuestros destinos se cruzaron a través de una pantalla. Es natural cabrearse cuando no salen las cosas como uno quiere, cuando un suceso se topa en tu camino por haber elegido ese día ir por otro sitio o cuando lo eludes y das gracias por no haber estado allí en ese momento, tantísimas cosas que pasan a diario y que son causa de nuestras decisiones combinadas con las de los demás y la propia naturaleza, que es infinito. Yo aprendí aquel día que todo ocurre por algún motivo, y que dentro de ese infinito de posibilidades, hubo, hay y habrá buenas y malas por siempre, porque son… las cosas que pasan.

Todo lo que ocurrió después fue una maravillosa locura que no cambiaría por nada del mundo y que repetiría una y otra vez si pudiera echar el tiempo atrás. En todo este tiempo que ha pasado, nuevas vidas han llegado a la familia. Hace poco me sentaba con mi sobrina Sofía aprovechando que se quedó unos días en casa, para mostrarle las fotografías. Nunca llegó a conocerle y le hablé de él, de cómo sus primos le daban de comer yogur cuando se lo acababan. Se quedó mirando fija las fotos, como pensativa. Yo también pensé cómo sería si aún viviese.

Te quiero, mi cincuenta por ciento.