Momento Coke

Nunca he sido asiduo a la cola, por eso de la cafeína, pero este verano redescubrí el sabor, ese que se acentúa cuanto más fría está, cuanto más sed tienes. Un vaso, unos hielos, verterla dentro mientras se forma la espuma, respirar las chispas que salen del vaso y probar un primer sorbo.

Ahora hace frío, pero da igual, ya sin cafeína y light, la sensación es exactamente la misma. Un placer del día.

Los pájaros

Antes de que los guionistas de Perdidos decidieran que los pájaros chocasen contra las ventanas, Hitchcock ya hizo que su comportamiento se saliera de lo habitual. Nada de plácidos vuelos en días soleados sobre el océano.

Los Pájaros de Alfred Hitchcock

Perdidos

 

Misteriosos mensajes en polaco

Recibes una llamada conun número extraño, descuelgas y escuchas «allo, allo», parece francés y dices «sí?, si?», no hay forma de entenderse y se termina colgando. Apuntas el código que aparece después del símbolo + en llamadas internacionales y descubres que nada de francés, sino polaco. Una confusión sin importancia, bueno, para el que hace la llamada algo le ha costado, seguro.

Unos días después tras encender el móvil dos mensajes seguidos inundan la bandeja de entrada, los abres y te encuentras con palabras incomprensibles. Relacionas una cosa y otra y un buen traductor de polaco a español hace el resto del trabajo:

JAK COS TO BEDE ZA JAKAS GODZINE, BO IDE JESZCZE BIEGAC (Como algo que será de una hora, porque la idea sigue corriendo)

NO MYSLE, ZE TAK KOLO 21 BEDE SIE ZBIERAL (no creo que la rueda de 21 así que voy a seguir adelante)

Parece que el idioma también tiene comas, nunca está de más aprender, auqnue sea por casualidad.

Vero Double V y Guille Thomson envuelven en emoción el plató de Tú Sí Que Vales

Parecía que no llegaba, pero al final llegó. Acostumbrado a intensas ediciones anteriores de Tú Sí Que Vales en que siempre tenía una actuación favorita, la seriedad del jurado en esta nueva entrega unida a actuaciones pasables donde nadie llegaba a destacar para mi gusto, por dedicarse a mostrar una habilidad sin darle rienda suelta a la imaginación, no esperaba encontrar ya a aquellos que me emocionasen hasta el punto de volver a escribir una nueva entrada sobre el programa (con las que habré escrito ehace un tiempo y las carcajadas y lágrimas que nos han llegado a sacar).

Enlace al vídeo de la actuación

Ayer el plató de Tú Sí Que Vales se inundaba de arte en una de sus semanas más complicadas por el gran nivel de sus participantes, pero sin duda se envolvió de emoción con la actuación de Vero Doble V y un sensible Guille Thomson que reflejó en sus lágrimas el duro trabajo y todos los momentos que ha vivido para llegar al reconocimiento o al simple hecho de disfrutar de algo bien hecho y que los demás lo vean.

Vídeo promocional Vero García Valiente

Vero Double V y Guille Thomson en gala benéfica

Una flauta y una marioneta con vida propia, tocar y bailar, dos habilidades que de repente se combinaron para ofrecernos un espectáculo, algo nuevo, digno, inolvidable, de una exquisitez que deja sin palabras, que te deja embelesado y con la boca abierta frente al televisor y hace que el mundo pare a tu alrededor como si nada más existiese.

Ni tinta ni papel

No hace falta que diga que la tecnología avanza a pasos agigantados, pero hay cosas que por mucho que se empeñen, jamás podrán sustituir las sensaciones que ya conocemos.

No digo que para alguien nuevo en la materia no pueda convencerle que en lugar de leer un libro pasándo páginas de papel, le resulte más atractivo hacerlo en un libro electrónico, incluso resulta curioso para los que adoran el tacto del pape, ni que les resulte atractivo dibujar sobre una superficie que refleja los movimientos en la pantalla de un ordenador o un televisor, dejando de lado las pinturas, ceras, lapiceros, témperas, brochas y lienzos. Es una buena forma de reducir considerablemente el gasto innecesario de papel y materiales, pero las sensaciones no son las mismas.

El tacto de una cera sintiendo el completo y total movimiento de la misma al contacto con el papel, poder agarrar un lapicero y ponerlo con la punta de lado para aplicar sombras, mezclar colores con el pincel, mojarlo y pasarlo por el lienzo… no es comparable a agarrar un bolígrafo y dibujar sobre una superficie metálica sin esa precisión, sin esa libertad, donde los colores ya vienen mezclados, donde la sensibilidad nunca es la misma, donde a pesar de poder salir grandes obras de arte, el resultado final no es el logro, sino el sentido de su propio desarrollo, sintiénd la creación.

La muerte tiene un precio

La vida es como una extensa o corta cuerda llena de nudos, de partes cortadas o deshilachadas, de zonas tensas y sueltas. No es recta, perfecta y lineal. A medida que se va construyendo surgen imprefecciones que pasan de largo, pero que siguen en ella y cuando se llega al final, la cuerda cae entera, con todas sus imperfecciones, con todos sus nudos y entonces, endeble, es recogida por otros que no desean olvidar y que quieren que repose en un lugar especial. Y de esos sentimientos surge un precio, que ni con el descanso eterno se repara.

Reducción de gasto de papel… selectiva, según Nintendo

Antes de comenzar esta queja pública ante tanta incongruencia, vaya por delante que soy un usuario habitual de Nintendo, con mi Wii, mi Nintendo 3DS y demás, pero no pueden tomarnos el pelo de esta manera y menos pretender ir de salvadores del medio ambiente.

Hace escasos días y debido al lanzamiento del juego Super Mario 3D Land, la compañía Nintendo ya avisó que el juego no tendría manual físico para ahorrar en gasto en papel y así contribuir al medio ambiente. En su lugar y como podéis ver en la imagen, el único manual que hay consiste en un folleto en dos idiomas explicando los movimientos básicos del fontanero más famoso de todos los tiempos. Por supuesto que cualquier persona estaría a favor de dichos manuales y a la contribución al medio ambiente y su preservación… si no fuera porque dentro de la caja uno descubre con pavor cómo la compañía sigue malgastando papel en folletos extensísimos sobre precauciones, conexiones wifi que ya nos sabemos hasta la saciedad porque vienen en todos los juegos y garantías inservibles, menos aún los folletos de publicidad como podeis ver también en las imágenes. ¿Y si todas esas páginas inservibles que hacen bulto las hubieran empleado en servirnos un manual decente?

En cifras, mientras que el manual físico del juego tiene 4 hojas, dentro de la misma caja se encuentra el manual de Información Importante (importantísima) de 12 hojas además de un folleto de 6 hojas con publicidad por no hablar de las 3 hojas para explicar en cuarenta idiomas diferentes lo que es el Club Nintendo. Un total de 21 hojas malgastadas que esas no se las han ahorrado en gasto de papel y que no contribuyen a nada.

La cosa no queda ahí. Mismo día del lanzamiento del juego de Super Mario, llega el pack de edición limitada de Zelda Skyward Sword, de la misma compañía. ¿Y qué nos encontramos? Pues qué mejor que una imagen para demostrarlo, la que encabeza este artículo. Dos partes de manual y más manual desplegable para utilizar un mando de la consola y el propio manual del juego ¡¡en 8 idiomas diferentes!! cuando el manual en español no ocupa más de 10 páginas.

Cuando uno está acostumbrado a respetar el medio ambiente y se encuentra con cosas como esta, de compañías que intentan quedar de salvadores del mundo por una parte mientras por otra no escatiman en gastos, no encuentra explicación, y aunque la hubiera, no justifica las incoherencias que se cometen.

Empresas como Electronic Arts o Ubisoft dijeron que eliminarían los manuales y así lo han hecho, incluyendo en sus juegos un pequeño folleto de dos páginas que explica cómo obtener el manual y controles básicos. En estos casos, guste o no guste para aquellos que prefieren el manual físico, al menos hay que aplaudirles, pero hasta cierto punto, ya que los gastos que se desprenden de la fabricación y traducción de un manual no se reflejan en ninguna parte y los juegos siguen costando lo mismo.

En definitiva, si se quiere contribuir al medio ambiente y eliminar los manuales de papel, que se eliminen por completo y se reduzca el precio final del producto, pero que no parezca que en realidad se quieren ahorrar gastos de fabricación vendiéndonos el producto al mismo precio y sacando dinero a costa de quedar como una empresa muy ecológica.

Caracol, caracol

«Caracol, caracol, saca los cuernos al sol, que tu padre y tu madre también los sacó»

La canción que todos hemos cantado alguna vez en nuestra vida, ese cántico popular que venía acompañado después de una tormenta, cuando por fin se podía salir a la calle y los primeros rayos del sol comenzaban a atravesar las oscuras nubes. Y lo curioso de esta canción es que dependiendo del lugar, ha ido adoptando diferentes rimas, permaneciendo sólo: Caracol, caracol, saca los cuernos al sol.

¿Que cuáles son las otras rimas populares de otros lugares? Pues por ejemplo:

y verás a tu padre y tu madre metidos en un serón

y verás el sol

que tu padre y tu madre están tomando el sol

que tu padre y tu madre están comiendo arroz

y verás a tu padre y a tu madre cociendo sopas en perol

que tu padre y tu madre te traerán sopicas en un tazón

saca los ojitos al rayo del sol

y verás a tu padre y tu madre remendando el camisón

En Aragón…

que tu padre y tu madre están en Aragón, regando la ropa de Nuestro Señor

que tu padre y tu madre están en Aragón

se han ido a Aragón, a comprarte unas zapatillas de charol

están en Aragón, a comprar una mantilla de color limón

En Tarancón…

que tu padre y tu madre están en Tarancón, haciendo la fiesta de Nuestro Señor

La verdad es que resulta divertido ver las diferentes cancioncillas que se han ido inventando. Ya casi no escucho esto, sólo para hacer bromas o recordarlo. Estos cánticos populares seguramente se perderán con el paso del tiempo y quedarán enterrados igual que tantos otros que nos cuentan los libros antiguos. Al menos quedará constancia de que existieron, aunque nadie lo asociará por ejemplo con un grupo de niños en el parvulario mirando por la ventana cantando mientras observac cómo la lluvia deja de caer y el mundo se ilumina. Ahí estaba yo.

Superman inmortal

Cuando un personaje supera ampliamente tus años de vida y, más aún, cuando su futuro inmediato deja claro que continuará viviendo en los comics, libros y pantallas durante siguientes generaciones, intentar hacerse con todo lo que le rodea es una tarea que se vuelve casi imposible.

Superman ha formado parte de las vidas de varias generaciones y lo seguirá haciendo. Desde el reciente final de Smallville, las películas y su música inconfundible y característica, numerosos comics en los que se entremezcla con otros superhéroes, Lois y Clark, las aventuras como el joven Superboy, las series animadas, tanto en solitario como acompañado en La Liga de la Justicia. Decenas de miles de páginas, miles de minutos televisados que parecen no tener fin a medida que uno se pone a indagar, intentando llegar al origen de todo.

Fue en junio de 1938 cuando Superman apareció por primera vez en nuestras vidas (en las de aquellos que lo vivieron). Fue en la revista Action Comics y lo hizo de la mano de Jerry Siegel y Joe Shuster, apareciendo por primera vez en su historia en la portada, en una ciudad sumida en el caos y levantando un coche para salvar la vida de un hombre, exhibiendo sus poderes desde bien pequeño ya en la primera página interior levantando con sus brazos un sofá.

Dónde residen las ganas de saber más y más de uno de los personajes que más ha marcado la infancia. El deseo por conocer el devenir de la historia, cómo se entrelazan los personajes y esas pinceladas que tan bien supo pintar Smallville, haciendo guiños contínuos a lo que ya sabríamos que sucedería en un futuro. Esas son las respuestas, la magia de la imaginación entendida como un mundo ficticio que cobra sentido y realidad.

Dónde me trasladan estas notas… a un mundo en el que los superhéroes se ocultan bajo unas gafas, a un mundo que vivirá siempre.

11

Hice muchas referencias a este número en algún que otro post, digamos que su valor va arraigado a mí de una forma que no entiendo y hoy es el día más indicado para hacerle un homenaje, a ese pasajero desconocido que me acompaña allá donde voy, porque no viviré otro 11 del 11 del 11.

Todo comenzó una mañana de un día que ya no recuerdo allá por 1993, cuando fuí a visitar a la Residencia Universitaria Bartolomé Cossío a mi hermana que estaba estudiando enfermería en Cuenca. Con la visita, aprovechamos para visitar el centro comercial que ahora se llama Alcampo (o como quiera que sea) y que por aquel entonces llevaba el nombre de Pan de Azúcar, en definitiva, el lugar del que tantas veces nos había hablado mi hermana. Paseando por los pasillos, me desvié un poco del camino y fui por mi cuenta y por casualidad encontré una camiseta que me llamó la atención sobre el resto. Con las mangas de un color rosáceo tirando a lila, diferentes al color del cuepo del resto de la camiseta, enseguida la cogí y fui hacia mi madre para ver si me la podía llevar. La camiseta llevaba impreso el número 11.

Entonces no lo sabía, pero el destino de aquel número y de aquel lugar había dejado algo marcado. Digamos que ni siquiera intentando seguir otros caminos conseguiría escapar a ese destino. Incluso en la ocasión más confusa, el número 11 se interpuso como un camino de dos vías en el que elegir. Compañero de piso en el número 11 buscando un ático que resultó estar en el número 11, tras el cual llegó una lista de admisión en papel, sobre la que fui desplazando mi dedo para llegar a mi puesto, el 11, sintiendo que se abría la mayor brecha y tendría que decidir.

Y decidí, decidí probar aquello que tan feliz había hecho a mi hermana y que yo tantas ganas tenía de disfrutar, aquel maravilloso lugar en Cuenca. Y volví a pisar aquel lugar en el que años atrás me encontraba cogiendo aquella camiseta, solo que entonces ya era mi destino definitivo.

Desde entonces, y aunque desde el momento en que pisé el destino donde todo comenzó las casualidades han ido remitiendo, el número 11 ha seguido acompañándome de una forma que no entiendo. Ya dijo cierto personaje que las casualidades no existen, sólo lo inevitable. Fue inevitable que me encontrase ese día en aquel pasillo, ante la única camiseta, inevitable que un número 11 de selección me llevase de nuevo allí y será inevitable que el número 11 se cruce en mi camino cuantas veces quiera, para hacerme pensar, para estar ahí como el pasajero desconocido que quizá guarde un mensaje o que quizá no quiera decir nada, sólo que existe.

Miedo al dentista

No, no se trata de ningún miedo a lo que pueda hacer en la boca, ni al ruido del torno, ni a la anestesia local. Se trata de un miedo irracional a sentarme en esa silla tumbado, a tener la boca abierta durante mucho tiempo y sobre todo a ese aspersor que te meten en la boca y que te impide tragar saliva y que es tan incómodo.

Y lo curioso de todo es que sé que el miedo se pasaría después de la primera visita, pero el simple hecho de no haber ido en mucho tiempo, ya me pone nervioso y los aparatos que tienen ahora mismo no me ayudan a tranquilizarme, al contrario, empeoran la situación.

Quizá ponerme unos cascos con música o con un podcast para olvidarme de todo y que el tiempo pase rápidamente o cualquier otra tontería que me hiciese olvidar dónde estoy serían convenientes. Mientras, alguna muela sigue sufriendo…

Comienza American Horror Story

Mmmm… saber que existe una nueva serie, no leer nada acerca de ella y sentarse para disfrutar de algo nuevo que nunca sabes dónde te puede llevar, como aquel día en que de mala manera me senté a comerme unas tostadas de queso encima de la máquina de coser de mi madre viendo PERDIDOS, o cuando comencé a ver Mujeres Desesperadas en el televisor grande del salón «a lo grande». Series que sin saberlo (obvio, cómo lo iba a saber entonces), se han convertido en mis favoritas e imprescindibles.

Nunca se sabe dónde te puede pillar una buena serie de esas, que quizá se queden por el camino y te dejen un buen sabor de boca lamentando que no a todo el mundo se lo dejase, de esas que nunca llegan a convencerte, o que quizá te convencen pero notas que les falta algo, llámese movimiento, acción, personajes definidos…

Comienza American Horror Story. No sé de qué va, no sé cómo es, sólo imágenes de tráilers. Comienza algo nuevo y no sé si se convertirá en algo grande para mí.

Primeros pasos

Echó a andar el día de su bautizo con un poco de ayuda, en una heladería en una de las calles más transitadas de Boadilla del Monte, entre mi madre y su primo en apenas una distancia de dos metros y hoy definitivamente Sofía ha echado a andar sola, con su apenas año y pocos meses.

Siempre es bueno sentir que un acto tan simple siga siendo todo un descubrimiento, motivo de alegría y que nunca deje de emocionar.

Cuando los santos no comulgan con los vampiros

Hace tan sólo unos años que la costumbre cambió por completo, quizá como resultado de que cada vez hay una mayor mezcla de culturas en las grandes ciudades, que estamos en un mundo más globalizado y que disponemos de mayor información, pero sobre todo, que rescatamos, cogemos, pinchamos y cortamos y hacemos a nuestra mano lo que más nos gusta de aquello que vemos en otros lugares.

Halloween antes no era Halloween, se llamaba la Fiesta de todos los Santos, se acudía avisitar a los fallecidos en el cementerio y se guardaba silencio y respeto en una noche tranquila no exenta de cierto miedo al poder sobrenatural, en que ciertas leyendas de Becquer no hacían sino imprimir más miedo aún.

Esos párrafos de Becquer ya quedan lejos, ahora se han sustituído por una fiesta de vampiros, sangre, caramelos (aunque algunos se vistan de blancanieves como si esto fuera el carnaval o unconcurso de disfraces) y sustos, olvidando la tradición para unirnos a otra tradición más divertida que practica todo el mundo, como la Navidad. Colegios que hacen fiestas de disfraces, fiestas populosas con baile, disfraces y ambiente de terror, zombies y calabazas que pueblan series, películas y programas de televisión sin dar descanso en aproximadamente una semana, hasta que salga la luz del sol de nuevo y los vampiros acudan de nuevo a sus camas.