El primer sonido de un instrumento musical es siempre emocionante. El primero que cayó en mis manos fue una flauta, la que utilizaban mis hermanas para las clases de música del colegio. Cogía la varilla limpiadora, la introducía, la limpiaba y comanzaba a tocar sin saber notas al azar. Después llegaría un teclado que se convirtió en algo más que un juguete que me acompañó a todas partes, pero siempre había un instrumento que me llamaba la atención por encima de los demás, pero que por desgracia nunca he aprendido a tocar, la guitarra. Lo más cercano que tenía en casa era una bandurria de mi hermana mayor que le cogía a escondidas y que con el tiempo se destrozó tanto que perdió cuerdas y hasta se partió. No sé donde andará a día de hoy.
Todo esto hizo que decidiese pegar un salto grande musical. Hasta los 6 años mis clases habían sido de canto con mi profesora Sagrario, la misma que junto con Don Agapito dió clase a una de mis primas y a mis hermanas, llegando a ir a varias actuaciones locales con otros compañeros. Dos años más tarde llegaría la oportunidad de aprender solfeo y tocar un instrumento. Elegí la flauta, era por aquel entonces lo mejor que se me daba. Aún así nunca llegué a ponerme sobre un escenario a tocarla por miedo a desafinar alguna nota delante del público presente y decidí no abandonar la música cantando, mientras ocupaba otros ratos tocando algun instrumento.
Cuando me llegó la adolescencia y me empezó a cambiar la voz, tuve que dejar la música apartada varios años hasta recobrar mi propio sonido, pero me dediqué a cosas bien diferentes que no me dejaban tiempo nada más que para cantar en los karaokes con los amigos, saliendo bien airoso de cada ronda nocturna de canciones… Mónica recordará una de esas sesiones donde fuimos el Bisbal y la Chenoa del momento 😛
Cuesta creer que de 7 notas hayan salido tantas melodías que nos han hecho reir y llorar, que nos han sacado las sonrisas y las lágrimas. La música es como una cadena de genes con posibilidades infinitas que dividiendo aquí y allá y pegando con otros trozos, hace que salga una composición única cada vez.
LETRA:
Do… dorado como el sol,
Re… reluce el día de hoy,
Mi… Mirad alrededor,
Fa… Fantástico color,
Sol que brilla y dá calor,
La vida que bella es,
Si la sabes difrutar,
Canta la canción del do, sol, mi re.
¡Do! Dorado como el sol,
¡Re! Reluce el día de hoy,
¡Mi! Mirad alrededor,
¡Fa! Fantástico color,
Sol que brilla y dá calor,
La vida que bella es,
Si la sabes disfrutar,
Canta la canción del do.
¡Do re mi fa sol la si do!
¡Sol do!