Cuando la nieve se derrita

Cuando la nieve se derrita y los rayos del sol se cuelen entre las nubes despejando el día, me tumbaré tranquilamente sin pensar en nada, sintiendo ese calor que viene desde tan lejos, desde millones y millones de kilómetros para hacerme sentir bien.

Correré por las montañas y caminos hasta quedar extenuado sintiendo la libertad de unos pies que ya no serán presos del manto blanco nunca más.

Disfrutaré de la visión de la escala de colores, más allá del blanco que parecía empeñado en no dejar nunca al descubierto el mundo de color.

Cuando la nieve se derrita, vendrán para jugar conmigo en un largo paseo, interminable, que nunca, nunca acabará.

De mal humor, de buen humor

Qué le lleva a uno a levantarse bien por la mañana y de repente pasar de un estado de humor a otro completamente distinto, para poco después tranquilizarse y ser el mismo de siempre, envuelto en la misma hipocresía de siempre. Saber que quieres desahogarte pero la situación lo impide y que tu única vía de escape reside en pequeños momentos en los que dejar a la luz eso que desearías contar, de lo que desearías que alguien te librase o al menos te diera un explicación coherente. Y no poder y sentir que va creciendo, viendo cómo otros hacen lo mismo, con sus pequeñas vías de escapatoria que parecen no servir de nada.

Ya no vale esa mano pintada de papá o mamá o esos muñecos enfrente que parecían hablar solos y tener vida propia, haciéndote soltar una sonrisa y olvidar los problemas.

Imitación y empatía

Cuál es el motivo o la reacción que nos lleva a imitar los gestos de los demás, cuando hablamos con alguien y sin querer comenzamos a adoptar la misma postura, cuando vemos hacer algo y acto seguido la curiosidad nos lleva a intentarlo como si se tratase de algo incontrolable.

Ese bostezo que nos hace bostezar, el hambre que nos entra cuando vemos comer algo que nos gusta, la sed que nos sacude cuando vemos a alguien sediento, el agobio que sentimos cuando alguien aguanta la respiración bajo el agua o sentir el pánico y la tristeza de aquellos que sienten miedo y pena.

Sacar la ropa… de invierno

Esta es la imagen que muestra el gadget de mi ordenador. Llovizna ligera en el día de hoy y lluvias que continuarán para los próximos días y que además vienen con una bajada de temperaturas que no es moco de pavo, casi 10 grados sobre lo que teníamos la semana pasada.

Mis pantalones cortos ya han desaparecido del armario, no puedo andar descalzo por la casa y hasta con calcetines el suelo roza la congelación y una camiseta de manga corta por las mañanas para ir a trabajar es ya imprudente. El espejo del cuarto de baño se llena de vaho al salir de la ducha y tengo que secarlo con una toalla para poder peinarme y afeitarme, salirse un rato a la terraza para leer o escuchar música al despertarme temprano el fin de semana ya no apetece tanto como leer dentro y el ordenador y otros equipos parecen ser los únicos que agradecen el tiempo, haciendo que sus ventiladores no estén tan ocupados disipando el calor.

En tránsito por París

Hace un año hice mi primer pedido internacional, cosas de la importación, necesaria cuando uno quiere lo que aquí no encuentra o capan ciertos contenidos que otras partes del mundo sí están. Este año he vuelto a realizar un pedido internacional. Layton y compañía ya han cruzado el charco desde los EEUU, desde North Haven, pasando Newark para su llegada a Europa y desde ayer andan transitando por algún lugar de París, aproximándose a Madrid para llegar a casa al inicio de la próxima semana. Lo espero con ganas.

ETA cesa la lucha armada

¿Puede haber hoy una noticia mejor que afecte a nuestras vidas y su seguridad? Acabo de llegar a casa y me encuentro al actual presidente del gobierno dando una rueda de prensa y a mi madre una vez más dándome una de esas noticias como aquel día del 23-F cuando era un enano, esta vez suena a delicias, como si el cielo se despejase por completo y el día fuera diferente.

Algo histórico, como un sueño, quizá por fin se han dado cuenta de que tras años de historia las cosas no se consiguen con la violencia. Pero esta noticia no significa nada más allá de que por fin podremos ser unas personas más libres sin sufrir la violencia, porque la memoria sirve para algo, para no olvidar.

No vale el cese de la lucha armada, no vale nada de lo que digan o hagan, tendrán que pasar varias generaciones para que la situación siquiera cambie un poco, hasta que otros, con los mismos ideales, pero sin sentirse partícipes de lo que ha ocurrido y reconocer a quienes han sufrido sintiéndose culpables, les sucedan en la lucha verbal y se ganen el reconocimiento.

Una memoria de décadas no se borra en otros tantos años. Cuando todo lo pendiente quede saldado, quizá todo comience de nuevo.

Eventos online, ModNation Racers, la aventura de cada miércoles noche

No soy muy dado a asistir a eventos de videojuegos, tan sólo he asistido a dos en toda mi vida, uno de ellos las noches de U2 (Uncharted 2) del que me retiré por falta de tiempo y el día en que se celebraba y el que sí sigo desde hace ya más de un año, el evento ModNation Racers, que tras el parón del verano hemos retomado con record de participantes en el que ya es su 12º torneo con premio final.

¿Qué tiene este torneo que no haya tenido el otro o que no tengan los demás y que me haga asistir cada semana? Pues me da igual el juego, me dan igual las carreras y el premio, tiene lo principal, risas aseguradas y una gente de lo mejor de lo mejor, el nuki capaz de ganar mientras juega a lo pokemon, el PIÑITAS que no para de hacewr circuitos de agua para fastidiar a nuestro equipo, los CRT, Calandracas Racing Team: Más rápidos que un pony (titulares Winter y yo y Kaumy que nunca está pero siempre se apunta), cuyo nombre viene porque un día se me ocurrió decir que me temblaban las calandracas y el lema de esta temporada por las siglas que se le ocurrió escribir a Wiraj en el foro. Casi todas las semanas se va agregando gente nueva, nunca sobrepasamos los 12 participantes, pero el juego aporta todos los ingredientes para que podamos hablar (yo soy el sin micro) y pasar uno de los ratos más divertidos de la semana frente a la consola.

El torneo consiste en 4 carreras de competición durante 4 semanas, y muchas veces agregamos a la competición nuestros propios circuitos, mods y karts, pero tras finalizarlo siempre hacemos nuestras carreras tradicionales del Coliseo y el Indoor Kart a 9 vueltas, circuitos que ya nos conocemos al dedillo y que son lo mejor del juego creado por usuarios.

Cada miércoles por la noche a las 22:30 todo se convierte en una fiesta… y esto sólo lo entenderán los implicados: ey ehhh eyy vadeeeeee, te via poneee el circuito más loco y más largo del mundoooo. xD

Susurros de despedida

¿Cómo sienten los animales la muerte? ¿Hasta dónde son capaces de discernir entre más allá de no volver a ver a alguien y acostumbrarse a su pérdida y saber lo que ha ocurrido?

Dos gatos que han convivido durante largo tiempo, uno de ellos se aproxima a la caja en la que yace su compañero y allí permanece con la boca cerca de su oreja, como susurrándole palabras de despedida. Consciente de lo que está sucediendo o esperando que en algún momento se levante de nuevo.

18 años

No me he levantado tarde, pero bastante justo como para tomar una ducha, desayunar rápidamente, leer apenas 4 páginas de un libro e ir a trabajar. Qué hubiera sido de mi vida y qué sendero habría tomado de no haberme levantado tan pronto hace 18 años, si no hubiera tenido tiempo para tomar un desayuno tranquilamente en la mesa, si no me hubiera dado por poner el televisor, si tras finalizar los caballeros del zodíaco lo hubiera apagado. Demasiadas posibilidades pero una sola verdad: la realidad.

Yoko hoy hubiera cumplido 18 años, esa deseada mayoría de edad, una edad adulta en la que los sueños comienzan a cumplirse, en la que se abre un nuevo camino de posibilidades.

Siempre pensé que permanecería conmigo al menos 25 años, pero ese tiempo, ingenuo de mí, se quedó en poco más de la mitad. Probablemente ahora estaríamos haciendo lo mismo de siempre, lo que no tiene por qué cambiar si está bien. Volvería a despertarme y estaría con su cabeza cerca de la mía al primer movimiento. Me estaría esperando a que me arreglase y saliese del baño, tras beber unos sorbos de agua, impaciente por escuchar ese tintineo de la correa y volveríamos a ese recorrido de su mundo conocido. 18 años es mucho más de la mitad de mi vida, mi casicincuenta por ciento, te echo de menos.

Así es el nuevo Tintín de Spielberg

Chocante o no, estamos acostumbrados ya a verlo en papel y a haberle puesto nuestra propia voz, para después haberlo disfrutado en las películas y serie animadas. A finales de octubre llega un nuevo Tintín que, sin ser de carne y hueso (algo que ya se intentó), lo parece gracias al gran trabajo del equipo de animación. Este es el tráiler español de la primera de las nuevas aventuras del reportero y que si tiene éxito dará lugar a muchas otras más, al menos hasta completar el trabajo que Hergé nos dejó.

Por cierto, algunos piensan que Spielberg ha sido reflejado en la película como el malo, al menos se le da un aire.

Verano Azul, 30 años después

Nunca he querido volver a ver Verano Azul de nuevo. Al margen de las cientos de repeticiones, de la cantidad de chistes sobre el final de Chanquete o del evidente cambio de los protagonistas que un día nos sentaron a media España delante de la tele, lo que quiero que quede es aquella sintonía, aquellos personajes, sus historias y lo poco o mucho que me hiceron sentir mientras disfrutaba paralelamente de mi propio verano. No fueron muchos episodios, y tampoco había entonces una necesidad de continuar lo que bien había acabado, pero dejó un poso imborrable en todos.

Han pasado 30 años y los protagonistas de esa maravilla se reúnen de nuevo para compartir los lugares que les vieron rodar de pequeños o jóvenes, sin Chanquete. El tiempo pasa para todos y algunos han cambiado más que otros.

Viaje en tren

Los trenes forman parte de mi vida. Desde pequeño los he tenido cerca de casa y mi abuelo paterno me inspiró una cierta pasión y cariño por ellos, tanto que llegó a hacerme una maqueta que quedó inacabada debido a que nos abandonó demasiado pronto. Cada viaje en tren es diferente, por la compañía, por el espacio, tan diferente al de los agobiantes autobuses, porque sus amplios ventanales se convierten en cuadros paisajísticos y más aún en todo un derroche para los sentidos si se disfruta de un amanecer o un atardecer con la cara sobre el cristal y escuchando música.

El traqueteo de las vías, las paradas, las salidas al descansillo llenas de risas, confidencias y visitas a otro vagón. Toda una experiencia que se hace inolvidable y que se queda en el recuerdo en el mismo lugar donde se almacenan las páginas de un libro.

Amaral regresa hacia lo salvaje

No soy seguidor de Amaral por iniciativa propia. Como tantas y tantas veces, el boca a boca es un indiscutible conductor de ideas que a veces desemboca en un pqueño reducto de fans o en el triunfo más absoluto a dimensiones épicas. El gusto por Amaral me viene por una de mis hermanas y por una época en que no paraba de escuchar sus canciones y a mí no me quedaba más remedio que hacerlo, también porque muchas veces por ser mayores que yo, he aprendido de ellas y muchos de sus gustos musicales son míos también.

Ahora Amaral nos regala un album que viene en dos versiones, una de ellas con un CD exclusivo con canciones en versiones acústicas de las originales. «Hacia lo Salvaje», así se titula, y así es el primer single que viene con un videoclip grabado durante el pasado mes de septiembre en tierras guatemaltecas, dirigido y realizado por Titán Pozo. Todo un canto a la vida, desde que nacemos dentro de la seguridad del hogar hasta que nos sumergimos en el lado salvaje de la vida.

Pilas que explotan

Las he conicido de todo tipo, de todos los tamaños y aspectos, las AA, las AAA, alcalinas, duracell, de los chinos, de petaca, para juguetes pequeño, grandes, mandos a distancia, radiocasetes y multitud de aparatos. Pues nunca había visto explotar una pila hasta este verano, y no sólo una, sino dos, una dentro del cacharro al que iba conectada y otra una vez fuera del aparato cuando ya se había agotado y enfriado.

La primera que explotó dentro del sensor de movimiento del juego EA Sports Active, sonó como si la correa de velcro se hubiera estirado y cedido, por eso apenas me enteré, sonó como un chasquido sordo y al abrir me encontré con que la pila estaba mojada y pensé que sería por el sudor de la propia caja al hacer tanto calor. Sólo unos días después, cuando una de las pilas se agotó, la saqué y dejé en mi estantería, supe que aquello había sido una explosión. De repente, sin sentido alguno, ya que la pila estaba fuera, sonó un golpe fuerte como si alguien tirase un lote de libros al suelo, exactamente el mismo sonido. Al principio no sabía qué había pasado hasta que reparé en la pila.

Después de eso, al menos ya sé cómo explota una pila y las consecuencias que puede tener si lo hace en tu mano, peligroso pero no tanto. Eso sí, se trataba de una buena pila, otro caso sería el de pilas malas con otro recubrimiento, después de esto, al menos con estos aparatos expuestos al calor y al contacto, mejo no probarlas.

El lugar en que las calles no tienen nombre

Existe un lugar en el que perderse eternamente, en el que el tiempo se detiene y donde no hay palabras, donde el alimento es un suspiro, donde las necesidades la calma. Existe un laberinto de emociones fugaces, que se pierden si no se atrapan, oportunidades efímeras esperando ser disfrutadas. Existe una realidad paralela en que los anhelos se cumplen, en que las esperanzas se depositan y en el que no hay que pagar para recuperarlas. En tus sueños existe un lugar…

…un lugar en el que las calles no tienen nombre.

Sabor a chocolate

Si hay un alimento insultantemente delicioso, tiene un nombre, chocholate. Desde hace bastante tiempo no es algo que sea parte de mi día a día, apenas alguna onza muy de vez en cuando o en la recubierta de los helados en el verano, la sensación de masticarlo y después convertirlo en chocolate espeso saboreando hasta enloquecer, no me extraña que después digan que es el sustituto del sexo, aunque se pueden tener ambas cosas.

Recuerdo aquellos bocadillos «de una sola tapa» untados con nocilla, eso que ahora se llama nutella. También los bocadillos bien hechos con dos tapas y una tableta de chocolate entre medias, donde la tableta terminaba en la mano, la parte de abajo del bocadillo desperdiciada y entre mordisco y mordisco de la tableta, pedazo de pan de la parte de arriba con corteza crujiente. Mmmmm, recordar trae sabor a chocolate.

Caballo de batalla, vuelve Steven Spielberg

No hay muchas palabras, una vez más Steven Spielberg se pone el traje de director para conducir una película, «Caballo de batalla», que volverá a tocarnos el pedazo de corazón más sensible. En el contexto histórico de la I Guerra Mundial, la historia de un chico y su caballo, una historia que nace, se rompe y que culmina en una intensa búsqueda en un océano de dificultades y peligros. Spielberg sabe hurgar muy bien dentro de nuestros sentimientos y volverá a conseguirlo igual que ya hizo entre un humano y otro ser.

El significado de la palabra libertad

Para unos libertad significa deshacerse por completo de los problemas y sentarse plácidamente a descansar, para otros libertad es escapar a un lugar recóndito en el que nadie pueda encontrarte, en el que evadirse y poder disfrutar de la vida. Libertad es también para muchos otros coger una bicicleta o una moto y echar kilómetros sin descanso, quemando adrenalina, sintiendo el contacto directo del aire impactando contra la cara. Muchos significados para una palabra que, lejos del contexto histórico que se le da en los libros, viene a ser una sola cosa: sentirse felices.

Juguetes de andar por casa

Lo echo de menos, echo de menos aquella imaginación que me inundaba, que me asaltaba en cualquier lugar y en cualquier momento para hacer con lo que tenía a mano lo que antes era inalcanzable. Simulaba con tizas de colores sobre la pizarra del balcón la carta de ajuste de la televisión, un simple llavero o un muñeco de goma eran mis personajes protagonistas de esa serie que tanto me gustaba, hecha a mi manera. Hojas del cuaderno que se convertían en improvisados noticiarios de los que enseguida me cansaba para diseñar con cartón y papel las maquetas de El Gran Juego de la Oca o cualquier otro concurso.

Algo queda aún, poco, pero algo queda, cuando en ciertos momentos surge esa inspiración, en otro contexto, para otras cosas, pero de la misma manera, nunca se olvida.

Probando el videojuego ‘ICO’ por primera vez

Cuando ICO irrumpió en el mundo de los videojuegos hace 10 años, me pilló en una situación en la que poco más podía costearme más allá de gastarme para mi ocio lo justo y necesario. Demasiados libros y fotocopias de Universidad, el alquiler de una habitación en la Residencia Universitaria y muy poco tiempo por no estar en casa, apenas 48 horas cada dos semanas, y eso con mucha suerte. De todas formas la PlayStation2 no llegaría a casa hasta el año 2004, con lo que títulos emblemáticos eran sustituídos por nuevos y las sagas de RPG comenzaban a gustarme tanto como para no decantarme por el título de ‘ICO’, ese videojuego del que todo el mundo hablaba maravillas, tanto público como crítica (que ya es difícil).

‘ICO’ dejó de comercializarse y las oportunidades se depositaban a cuentagotas en las estanterías de las tiendas con videojuegos de segunda mano, donde alguna vez lo vi, pero seguía sin merecerme la pena el desembolso por poco tiempo de juego. Sony hizo un intento de volver a poner a la venta el juego, auqnure de una extraña forma de distribución, con contadas unidades que no llegaron a todo el mundo. Mientras tanto el título se cotizaba en el mercado de segunda mano a un precio desorbitado en algunos casos.

No fue hasta hace unos meses, con el anuncio de la llegada del videojuego revisado en HD para PlayStation 3, que ese precio comenzó a devaluarse. Ahora, desde hace aènas un par de días ya podemos tener en nuestras manos el disco con dos de las obras más importantes del mundo de los videojuegos: ‘ICO & Shadow of the Colossus’. Ahora con trofeos y con soporte para televisores 3D.

Ayer por primera vez, después de 10 años, después de haber rechazado el título varias veces, por fin me ponía al mando de ICO con una sensación extraña, llevando sus primeros pasos por los primeros escenarios, poco a poco, saboreando cada movimiento y cada detalle, descubriendo los primeros puzles sencillos para llegar hasta la chica, sacarla de la jaula, destruir las primeras sombras que le acechan y salir al exterior. Pocos juegos hay tan tranquilos e interesantes, pocos también en que nadie te dé indicaciones sobre los botones que debes usar, sin reglas, sin manuales (viene en la caja pero es incluso mejor dejarlo aparte y vivr la experiencia que prepararon para nosotros), eres tú mismo el que debes investigar y probar para conseguir superar cada escalón.

La firme sensación de haber sido dejado de la mano de nadie en un lugar desconocido e inhóspito, sin saber por qué ni con qué propósito, sin saber qué significa todo lo que estamos haciendo. Apenas he probado una pequeña parte, poco más de media hora (aunque la duración del juego no es excesiva), pero uno ya se da cuenta de que se encuentra ante algo especial. Lo dejé escapar numerosas veces, pero quizá sus emociones estaban destinadas a ser descubiertas justo ahora, nunca se sabe.

Un encuentro con Mario

El destino siempre tiene algo preparado cuando menos lo esperas. Las posibilidades de encontrarse en un lugar por el que nunca pasas con un compañero al que hace años que no ves y que no sabes ni dónde estaba ni qué era de su vida, deberían ser de una entre millones.

Podría haberme quedado un minuto más duchándome o haber salido de casa tan sólo un minuto antes y no nos habríamos encontrado nunca hasta quién sabe cuando, pero así es lo inevitable. Mientras me disponía a ir a por una entrega, cerca de un taller de automóviles me encontré con Mario, aquel chaval que estudiaba enfermería y que estaba tres habitaciones más allá de la mía en la Residencia Universitaria, esa cabra loca que no paraba de piropear a las chicas y que revolucionó parte del hogar. Ahora poniendo su propio negocio además de continuar con su trabajo como enfermero y muchas más cosas de las que nos ha dado tiempo a hablar durante casi una hora.

Necesitaría mucho tiempo para definir lo que la estancia en Cuenca cambió en mí, pero caló tan hondo que en cuanto lo he visto, así como cada vez que oigo hablar de alguno de los que allí estuvimos, se me ilumina la cara de alegría, y más al saber que todos conservamos de allí un recuerdo imborrable, un lugar al que nos gustaría volver como si fuera aquello la isla de Perdidos.