Auryn y su última noche en La Tierra

Parece mentira que hayan pasado ya casi 7 años desde el primer encuentro, cuando aquellos Eurojunior nos hacían parar frente al televisor para escuchar sus pequeñas grandes voces. Algunos de ellos llegaron lejos, otros disfrutaron de la experiencia y, aunque nuestra televisión pública crea que un concurso musical no es algo que los niños deban tener como meta en la vida, estos chicos y otros tantos que salieron de aquellas ediciones, han demostrado que precisamente son estas las metas que deben dibujarse. ¿por qué no dejar creer a un niño que puede ser cantante, artista y disfrutar de su don si al final ejemplos como estos demuestran que copn empeño, trabajo y sacrificio uno puede conseguir sus sueños?

Hace pocos meses que Auryn nacieron para representarnos en Eurovisión 2011, una candidatura que muchos apoyamos, pero que otros veían en desigualdad de condiciones vocales frente al cuarteto Blue que acudió representando al Reino Unido, si bien una vez vista la actuación de estos últimos sin ese playback que todo lo hace crecer, seguramente pensarán que los Auryn hubieran sido grandes rivales. El destino no les llevó a Alemania a competir, pero sí nació un fenómeno fan que hoy perdura y crece a pasos agigantados, números uno en las listas de ventas digitales, trend topic en las redes sociales, conciertos, actuaciones, no paran, suman y siguen y los que seguimos sus pasos muy pronto podremos disfrutar de su primer disco: «Last Night on Earth» del que ya hay portada, muy urbana y con el estilo inconfundible de cada uno de sus integrantes.

Pekín Express: Aventura en África, siente la llamada

Esto es irremediable, como cada año los pelos de punta, la carne de gallina, se acerca uno de los concursos que más emoción nos ha dado, que cada vez que llega una nueva edición nos trae recuerdos de los que dejamos atrás, desde nuestras queridas gemelitas, pasando por el carácter de Alazne y su mamá, hasta Marta y Manolo, esos no ganadores que en realidad ganaron mucho.

La aventura ahora se aleja de tierras orientales para sumergirse en el lado salvaje de Africa en un recorrido lleno de peligros y nuevas adversidades que afrontar. 20 aventureros bajo otra batuta pero con la misma misión, alcanzar la meta de este recorrido que tanto nos gusta. En septiembre llega la nueva edición, la cuarta de Pekín Express… siente la llamada.

La Vuelta Ciclista a España 2011 para y pasa por Talavera de la Reina

La carretera vacía…

De repente se ve envuelta por una serpiente multicolor…

Lo que hace unos años fue todo un acontecimiento, ahora se está convirtiendo en una tradición. La Vuelta Ciclista a España para en Talavera de la Reina (este año con accidente múltiple incluído) y no sólo eso, sino que tengo la enorme suerte de que un acontecimiento deportivo tan importante pase por la mismísima puerta de mi casa todos los años.

Media hora antes la gente se va agolpando en las aceras a lo largo de toda la avenida para animar a los corredores, para algo que tan sólo dura un instante, en el que a lo lejos se ve la llegada del pelotón que acaba de salir de la línea de meta del día anterior y de despertar tras sus sueños cobijados en el hotel de la estación de autobuses (pude ver a algunos de los equipos salir de allí camino de la salida). Ese pelotón multicolor precedido por los coches atraviesa como un suspiro toda la calle dejando a su paso gritos y aplausos, apenas poco más de un minuto para que todo se disuelva y regrese a la normalidad. Un minuto de 525,600 que habrá que seguir esperando para vivirlo de nuevo.

El desorden de tu nombre, retazos de En Terapia

Uno de esos libros, de aquellos que la profesora de literatura mandaba leer en laépoca del instituto para la clase de lengua. Una estantería llena de libros y «El desorden de tu nombre» seguía ahí en un lateral, un relato que quizá nunca más volveré a leer pero que como cualquier obra que te ha llamado la atención, la recuerdas por determinados pasajes o por algo muy concreto.

«El desorden de tu nombre», me trae el recuerdo de dos palabras: sicólogo e infidelidad, pero sobre todo me trae un recuerdo imborrable, el sentirme estúpido por no haber caído antes en la cuenta. Algo que siempre había estado ahí, desde la mismísima portada hasta las páginas finales, que me enseñó algo que después volvería a ver en muchos libros más, que a veces, el pasar las páginas de una novela no consiste en dejarse guiar simplemente por ellas, escuchar la historia y dejarla pasar. A veces dentro de las palabras y de todo lo que se cuenta hay algo más profundo que el pasar de las páginas y la narrativa. Puede ser la asociación con propias vivencias, o el saber que todo lo que no entiendes al princpio, tendrá un final apoteósico que terminará poniéndote la piel de gallina, o que remueva tu conciencia o vulnere tus sentimientos.

Es sorprendente abrir el libro después de varios años y encontrarse con algo inesperado, un folio dividido por la mitad dos veces en el que hay un pequeño resumen inacabado que un día escribí para no perderme en la historia y que reza así:

El desorden de tu nombre -> J. J. Millás

Capítulo I

El protagonista, Julio Orgaz sale de la consulta del psicoalnalista diez minutos antes como cada martes y viernes esperando ver a Laura, una mujer que le atrae y en la que encuentra un parecido a alguien que también le atrajo.

3ª persona. Hace un flashback para recordar el día que conoció a Laura, cuando logró hablar por primera vez con ella

Un pasaje inacabado de una historia ya olvidada que hoy pasado el tiempo me trae recuerdos, retazos de la historia que envolvió la primera temporada de In Treatment (En Terapia), en la que el psiquiatra Paul poco a poco se enamora de Laura en esos magistrales episodios con un único escenario la mayor parte del tiempo. ¿Se inspiraron el guionista y el creador de esa trama de cada lunes a las 9:00 a.m. en la historia de Juan José Millás

Los peligros de la vida

¿Qué pensaste? ¿Que éramos seres protegidos por un universo que nos guardaba de todo mal? ¿Que cuando por la pantalla veíamos las atrocidades del día a día eso jamás podría sucedernos a nosotros? El daño y el dolor siempre están presentes, nunca dejan de existir, solo que somos nosotros mismos por nuestras experiencias, por lo que nos rodea y vemos, los que tomamos conciencia de que realmente está ahí, que siempre ha estado ahí, pero no lo hemos visto hasta que nos toca de cerca.

Hemos dejado de ser aquellos que nunca temían, que siempre jugaban con el peligro creyendo que nada malo podría pasar. Y seguimos jugando con el peligro, sin percatarnos de que muchas más cosas acechan, entre otros motivos, porque si lo hiciéramos, no viviríamos tranquilos nunca.

Ideas en el cajón

Demasiado tiempo en la sombra, tantos proyectos por descubrir, que sacar adelante y comprobar si realmente valen tanto como espero de ellos. Un tiempo necesario para pensar, para crecer con uno mismo, apartado de todo lo demás que pudiera influir en la idea principal y en su proceso. Tenía que ser así, con tiempo, meditado, mi idea y yo y nadie más que se interpusiera entre medias, porque sólo así podría sacar esa parte que necesitaba salir a flote.

Ahora, como si de un callejón se tratase, es el momento de torcer la esquina hacia la calle principal, de salir al escenario y comprobar que estaba en lo cierto.

Inestabile

Calma, donde todo lo existente se funde con el horizonte, nada existe, no hay viento, no hay nada.

Como pequeñas ondulaciones provocadas por la caída de gotas de lluvia, lo estable comienza a convertirse en perturbable. Por allí surgen disputas y batallas, por acá otras guerras diferentes, de amor y vanidad, enzarzándose sin armonía definida, inestabile, mezclándose y creando otras formas más complejas, pasando del amor puro y del puro odio a sentimientos encontrados que no tocan el límite ni de lo uno ni de lo otro.

Dime qué es lo que ves aquí

Donde casi todos veían un sombrero, yo veía una serpiente que se había tragado un elefante. La conformidad, los deseos, los miedos, la imaginación, todo queda patente detrás de una imagen que puede convertirse en aquello que tú deseas que sea. Y al final siempre las mismas conclusiones, un porcentaje muy alto verá lo que la mayoría ve, tan sólo aquellos que en su interior guardan miedos y deseos o los que dejan volar la imaginación serán capaces de vislumbrar tras las formas algo que hacen suyo y especial, que los define.

Que qué veo yo detrás de esta imagen… un perro que alza sus dos patas delanteras hacia su amo que permanece de pie. Y lo que hay en la imagen no tiene nada que ver.

Del bautizo, del camarero con superpoderes y de los árboles de los recuerdos

11 a.m. Partimos rumbo a Boadilla del Monte para una celebración que no cumplirá con nada con las tradiciones establecidas en lo que a un bautizo se refiere. Ni será en la iglesia «de toda la vida», ni la celebración vendrá después de la ceremonia, ni la duración ni las personas que asistimos serán cuantiosas y otras cosas que estaban por llegar en un emocionante día con sorpresa incluída.

Si, lo normal en toda celebración, ya sea bautizo, comunión o boda, es asistir al evento y posteriormente celebrarlo en compañía. Pues el nuestro fue diferente, primero la celebración y después el bautizo. Por supuesto ya avisé a mi sobrimo mayor que si después al cura se le ocurría decir eso de «que lo paseis bien en la celebración», que se quedase calladito xD No, al final no lo dijo, pero si lo llega a decir, las risas habrían salido seguro.

Una celebración a las afueras de Boadilla en el restaurante de comida ecológica gallega, el Espazo Enxebre, que para nosotros a partir de ayer ya tiene otro nombre y en el que poder disfrutar tanto de una hamburguesa con ternera ecológica y lechuga fresca, como de marisco, carne o unos huevos fritos ecológicos con patatas, tarta gallega o un yogur naturalmente ecológico. Un espacio muy rudimentario donde uno puede hacerse la carne si la quiere más hecha gracias a unos pequeños hornillos, llegando a convertirse la comida en una pequeña acampada si uno se lo propone. Una acampada con espectáculo incluído.

Unos hornillos que dieron dos sustos que pudieron haber acabado en tragedia. Al poco rato de comenzar a comer, una mesa detrás de la nuestra se incendió al caerse, algo que enseguida se solventó. Cuando a uno no le toca de cerca, pues no pasa nada. El gran susto llegaría después. Nuestro hornillo se quedó sin gas y le pedimos al camarero que nos trajese otro para completar el asado de la carne poco hecha. Llegó a nuestro lado con otro nuevo aparato, cogió un mechero y… evoilá… magia, aquello se convirtió en una gran bola de fuego que le envolvió la mano. Con un rápido gesto, como si fuese un superhéroe de comic, el hornillo envuelto en llamas pasó rozando la cabeza de mi madre y el camarero lo lanzó en un acto reflejo por encima de una mesa hacia la entrada del local, justo en el momento en que mi sobrino con mi sobrina pequeña y otro niño pasaban por allí, a este último pasándole por encima de la cabeza.

«¿No habías visto nunca a un superhéroe niño? Pues mira, ya lo has visto.»

No sé si ese niño volverá a leer los comic de superman xD pero la experiencia ya nos quedó grabada para el resto del día, aquello pudo acabar bastante mal. Ahora uno lo ve como una anécdota, la verdad es que nunca comer en un arestaurante había sido tan arriesgado.

Y tras la celebración, el bautizo. Un bautizo en una iglesia que hubo que buscar con el GPS xD sí, con el GPS y ni eso, ya que el GPS se hizo la picha un lío y no fue capaz. Me pregunto si cuando Sofía crezca y tenga que buscar esa iglesia para recoger el registro la encontrará, en ese caso le indicaremos que está en unas calles laberínticas rodeadas de setos y que vaya por allí hasta encontrar una torre alta. La verdad que cuando a uno le dicen que tiene que ver una torre alta, se imagina una torre de ladrillos, pero no, jamás había visto una iglesia tan extraña, la torre no era de ladrillos, sino que formaba la propia iglesia y era de metal, un edificio metálico redondo en su base y terminando en punta como si fuera un embudo. Eso sí, dentro las vistas espectaculares, con esa torre con vidrieras de colores.

La ceremonia duró poco, apenas 6 minutos tradicionales con la unción y el agua y Sofía llorando al recibirla como era de esperar. Antes de ir a tomar algo en esa segunda celebración, nos recreamos entre los árboles dentro del recinto de la iglesia, un espacio tranquilo y curioso, donde cada árbol lleva grabadas las iniciales de todos aquellos que un día contrajeron allí matrimonio, los árboles del recuerdo. No pude evitar pensar mientras miraba aquellas letras, enaquellos que después de algunos años regresasen para los bautizos de sus hijos o comuniones y señalasen sus iniciales recordando viejos tiempos.

De aquel espacio, y como final a un día que recordaremos siempre, me llevo esta bonita imagen grabada en mi cabeza:

Yo te bautizo…

Un año, un mes y once días después de aquel día de tormenta, no sé si las tormentas harán de nuevo acto de aparición por Madrid mañana por la mañana, pero por fin es el bautizo de Sofía, nombre provisional con el que la llamamos si nos atenemos a esos cánones de la religión en la que entrará a formar parte.

El bautismo se ha convertido en una tradición difícil de separar de nuestras convicciones. A pesar de no pisar la iglesia, a pesar de obviar todo aquello que conlleva la religión en la cual nos hemos criado, se hace complicado pensar que no vamos a ofrecer a los pequeños aquello que nos inculcaron a nosotros un día, por mucho que después lo hayamos dado de lado para simplemente vivir la vida lo mejor posible y sin hacer mal a nadie. ¿No sería mejor dejar que la persona que ha de recibir los sacramentos sea la que decida si quiere o no? Una pregunta a la que los padres deben responder y que a veces deciden pensando en lo mejor o simplemente en esa tradición (no salimos ni tan mal parados de aquello) que conlleva un acto bonito, el que después recordar mirando el álbum de fotografías al menos, en caso de que quede como una simple anécdota. Y no sería en este caso un desprecio hacia la religión que nos ha visto crecer, sino el resultado de impregnarnos de algo que en su día nos emocionó y querer volver a vivirlo, que ya es bastante.

Un bautismo con agua y fuego, más mañana.

Vega comienza «La cuenta atrás» con «Como yo no hay dos»

¿Cuantos veranos, otoños, primaveras e inviernos lleva ya Vega entre nosotros con su música? Bastantes. Esa chica que hace ya casi 10 años me dejaba con la boca abierta en sus castings por su característica y única voz y una guitarra, la que discutía en la academia con su principal rival y con la que se batió en un doble duelo en la expulsión más larga de la historia por empate técnico, la que logró situar más de 200,000 copias de su primer single que le hicieron merecedora de ese primer disco al que seguirían muchos otros. La que no era querida por la mayoría del público pero que sin embargo se nos ganó por su trabajo, constancia, empeño y que fue y es como es, le guste a quien le guste.

Ahora Vega regresa el 20 de septiembre con «La cuenta atrás», disco para el cual ya ha anunciado su portada hace escasas horas y que llegará con la canción «Como yo no hay dos» y su vídeo como telón de fondo para cubrir este espacio de poco más de 30 días que nos separan de su nuevo trabajo musical.

A aguantar toca… comienza la cuenta atrás.

La chica que se sentó detrás de mí

Llegó un buen día recién incorporada, sin haber encontrado sitio. Yo me encontraba atareado con dos clientes pero quizá es un acto incontrolable el querer ver cómo otros llegan igual que tú llegaste al mismo lugar, esos nervios del principio, esos consejos… por eso me di la vuelta y me la encontré. Pero no fue como siempre, no hubo consejos y ella me preguntó que yo qué hacía.

Así comenzó una larga unión de compañeros, con risas bobas, con bromas e incluso alguna que otra discusión fuertecilla con reproches (que no debe faltar la alegría). Hoy sin saberlo llegaba nuestra «última broma», hablando de aquello que tantas veces habíamos hablado y con lo que habíamos disfrutado. Todo roto. Cuatro años y medio y una despedida de aquella chica que se sentó detrás de mí.

El polo de hielo de 10 pesetas

Veinte años quizá no sean muchos, o sí, depende de cómo se mire, cuando no era más que un enano y me acercaba a la barra del bar de la piscina, en el lateral derecho, el del asador de pollos, el de la venta a los niños, y pedía mi polo de hielo de coca cola o de fanta o limón desembolsando apenas 10 pesetas, que a partir de un año comenzaron a subir a un ritmo de 5 pesetas al año hasta estancarse en las 45 pesetas. Para ese momento los helados ya pasaron a costar entre las 150 y 250 pesetas, una cifra exagerada y que no me podía permitir con mis 100 pesetillas de sueldo semanal a no ser que mi deseo convencise a quien tenía que hacerlo para poder degustar algo que no fuese de hielo.

Pero bien contento que estaba con un poco de 10 pesetas que me refrescaba y que se convirtió casi en ese punto de reunión de cada tarde después de una dura jornada en la piscina, de juegos y de deporte, justo antes o después de la cena.

Cada año de apertura de piscinas, me acercaba a ver el catálogo de polos que habría y llegó un momento en que esos polos desaparecieron dejando paso al twister y al frigopie y ya nunca volvieron, y se perdieron esos momentos de reunión en la barra lateral antes o después de la cena y se perdió esa magia de un simple polo de hielo a 10 pesetas.

Carry on my wayward son

La meta era esa cima siempre soñada, la que permaneció ahí año tras año tras la ventana, siempre inmóvil, esperando, aguardando a que un ser humano como tú la escalase y descubriese todos sus secretos. No sólo alcanzaste una cima, lograste algo más que no se puede ver.

Es hora de regresar, de hacer el camino de vuelta y descansar ahora que ya lo has cumplido y conseguido algo aún más especial. Sabes que cuando cada mañana te levantes ya no sentirás que queda algo pendiente, simplemente sentirás paz.

Post Eurovision 2011 – Tras los pasos de… Ell/Nikki, Raphael Gualazzi y Eric Saade

Junto a ellos vivimos momentos impresionantes antes y durante la semana eurovisiva. Si bien muchos espectadores desconectan de los artistas participantes en el Festival de Eurovisión, a veces es imposible, a aquellos que nos llamaron la atención, no seguirles la pista, descubrir qué ha sido de sus vidas y sobre todo y más importante, ver qué ha ocurrido con sus canciones, las que fueron y las que serán. Aquí están los tres preferidos de Europa.

La sorprendente victoria de Ell/Nikki por Azerbaijan con una canción muy eurovisiva pero demasiado estancada en el género como parapoder destacar, finalmente fue la preferida por la mayoría del público europeo. Ella y él siguen promocionando por toda Europa la canción que les hizo ganadores, sin descanso. Sólo esta popularidad hace que salgan versiones tan acertadas como esta versión DJ. Ahora Ell y Nikki aparecen hasta en los sellos en países como Alemania y el suyo propio, Azerbaijan en reconocimiento a su victoria y recientemente recibieron el premio Peace and Friendship sobre el escenario tras terminar una actuación en Turquía.

Ell/Nikki «Running Scared» (DJ version)

Otra de las grandes sorpresas fue Italia, el país que un día se fue de Eurovisión por discordancias, en lugar de recibir el rechazo de los espectadores gozó de un recibimiento inusual, Raphael Gualazzi conseguía un meritorio segundo puesto en las votaciones y una popularidad que lo ha llevado a ser uno de los artistas más reconocidos del panorama musical en los últimos meses. He aquí otra muestra de su trabajo «Realidad y Fantasía», sin perder ni un ápice de su talento vocal, ese que lo ha catapultado a la fama tan rápidamente y que lo distingue de cualquier otro artista.

Raphael Gualazzi «A Three Second Breath»

Pero si los dos anteriores fueron una sorpresa, Eric Saade fue la revelación. Sólo a partir de su espectacular actuación en la semifinal, consiguió el reconocimiento de la gente. Una puesta en escena que consiguió que nos fijásemos en una canción y en un artista que habían pasado desapercibidos en un primer momento pero que ahora dispone de una legión de fans siguiendo todos sus trabajos. Su último vídeo oficial «Hearts in the Air» junto a J-Son, a continuación.

Eric Saade feat J-Son «Hearts in the Air»

No quisiera irme sin…

No quisiera irme sin pasar un día fuera, tendido en el suelo del bosque en un claro en la noche y dormirme mirando a las estrellas.

No quisiera irme sin sentir que he disfrutado tan plenamente que el simple hecho de pensar en la despedida me haga un nudo en la garganta.

No quisiera irme sin firmar porque en un futuro recuerde estos momentos como un álbum de fotografías.

No quisiera irme sin que la rabia por dejarlo todo y las lágrimas me invadan, porque sólo así sabré que todo ha sido real y no un sueño.

Nada es eterno

Todo tiene un principio. Todo tiene un final. A veces vivimos ese inicio con una espectacular pasión y mucha entrega, en otras ocasiones asistimos a ese duelo con el que todo acaba, quizá nunca lo vimos comenzar, quizá nunca lo veremos terminar y otras veces simplemente somos testigos del paso del tiempo sobre algo de lo cual ni hemos visto el inicio ni el fin, meras piezas que entran dentro de un juego que ya ha comenzado.

Y el que comienza algo sabe del dolor que cuesta dejarlo, sabiendo que cuando se entere de su final llegará un cierto sentimiento de pena ahogada.

Y el que termina algo siente una pequeña culpabilidad, a menudo no merecida, de no haber sabido mantener lo que se inició con tanto empeño.

Y el que nunca vio inicio ni fin habrá pasado siendo parte de su historia, pero sin sentirlo suyo.

Y el que vio el principio y el fin, sentirá esa pena ahogada porque todo acaba, la culpabilidad de no haberlo mantenido y el sentir que lo que ha hecho, de alguna forma ha tenido un hueco en la pequeña historia, pero tendrá un sentimiento que nadie más podrá disfrutar, que aquello que ha hecho, ha sido y seguirá siendo suyo siempre.