Sé que estás ahí

se que estas ahi

Las palabras quedan mudas cuando una actitud lo dice todo. No hay nada más poderoso que un sentimiento escondido largo tiempo. No hay nada tan poderoso como un sentimiento que comienza a crecer. No se cruzan palabras que arrastre el viento. Todo se construye a base de gestos, miradas y comportamientos tan complejos y a la vez tan secillos.

Muchas veces una pared separa dos almas gemelas que nunca llegan a unirse, no por culpa de la pared, sino por otras barreras invisibles. Y otras veces la pared es tan fina, que los sentimientos viajan con tanta facilidad que da vértigo. También existe un tipo de muro impenetrable, construído con base de tragedia, insalvable e infinito. Sólo se destruye cuando todo termina. Mientras tanto, hay que confiar en que cuando tocas su fría pared, sabes que está ahí.

Trabajar con la voz

Esta mañana me he levantado completamente ronco. Inevitablemente en el trabajo no me ha quedado otra que esforzarme y aguantar hasta el final como bien he podido, disfrutando de las risas de algunos compañeros por los gallitos esos que me salen y por la cantidad de tonterías que llego a soltar por la boca. No sé como, pero sólo de escucharme así me da por decir tonterías, algo inexplicable que siempre me ha pasado. Afortunadamente, mi trabajo no depende al cien por cien de la voz, sí fue imprescindible hace algún tiempo y lo pasé bastante mal en alguna que otra ocasión.

Hace ya algunas semanas que puse en marcha en el blog el Podcast de «El ladrido de Yoko», tiene el nombre de «podcast» porque se lleva la palabrita desde hace unos años y mola, aunque yo lo llamaría algo así como «experimento en fase de experimentación» en el que busco nuevas experiencias radiofónicas, encontrar los sentimientos del que escucha y los míos propios, aunque a veces me dé por saltarme todo eso y probar cualquier otra cosa, ya sea poner coros a uno de mis cantantes preferidos, contar un cuento que escribí de pequeño y ponerle música o hablar de cualquier cosa que me apetezca sin orden ni concierto. Esta semana no podrá ser a no ser que milagrosamente en estos dos días mi voz se aclare.

Qué importante es la voz para trabajar en determinados sitios, en la radio como locutor, en televisión como presentador, como cantante, es la herramienta de trabajo principal y cuando falla, todo se va al traste, no es un trabajo polivalente en el que un problema te impida hacer otra cosa, un locutor o presentador no puede hacer gestos al aire para comunicar (aunque una conocida presentadora lo intentó y consiguió en una gala de la noche del terror y se puede, claro que se puede sacar voz de donde no hay), un cantante no puede salir al escenario para contar su vida con voz ronca, es algo imprescindible. Alguna vez escuché sin embargo que hay gente que posee ciertos secretillos, no sé si en forma de medicamente milagroso antes de salir a escena o qué, pero que dicen que te deja casi como nueva la voz durante unas horas. ¿Leyenda o realidad? Si alguien lo sabe, bien podría decirnos de qué se trata.

Mi herramienta de trabajo para tales menesteres no funciona, pongo el cartelito de «cerrado».